Guardar

4204 PÁGINAS ILUSTRADAS EL ÚLTIMO CANTO DE UN POEMA (No presentado al Concurso de Páginas Ilustradas)
الفا ba LOR RENA DEN CUATICO ER 50 tayo ¡Ah, ilustre melenudo, ve a concluir la última esIrota de tu poema El Diluvio. El Cielo oscurecido presagiaba algo tétrico, tragico, terrifico. Bravo, sublime; qué bien suena esto. Apuntes Para los distinguidos lingüistas oon Roberto Brenes Mesény don Carlos Gagini.
En Páginas Ilustradas 111 Después del fonetico viene el lenguaje grafico El hombre comprende que debe fijar ciertas ideas, que necesita perpetrar ciertas consejas o enseñanzas y encuentra que la palabra hablada es ellmera. Busca entonces un medio de hacerla menos lugaz y ensaya hacer signos en el suelo, incisio11cs en la corteza de los árboles. Luego utiliza las hojas secas, después las pieles y asi va progresivamente hasta llegar a la tablilla encerada y el sirlo de los pueblos de Oriente que habria de continuar su proce.
so evolutivo hasta prohijar nuestro cómodo y lujoso papel de ogaño.
El origen de la escritura se pierde en la bruma de los tiempos: Flavio Joselo y San Isidoro (M. Pidal) lo atribuyen a nuestros primeros padres bíblicos; San Agustin opi na del mismo modo. Otros lo achacani Abraham, asi piensa Filón!
Plinio sostiene que esa invención corresponde a los egipcios; Tácito, en sus Anales, sostiene lo mismo y refiere que los fenicios se apropiaron el invento y se hicieron pasar por inventores de tal.
Unos aseguran que Cecrope ſue su in ventor. Otros dicen que Palamedes invento los primeros dieciséis signos y Simonides compuso otros más. Sin embargo, Tácito dice que Cadmo cuando llegó a Grecia lo enseñaba.
Pero este es asunto de escolasticos. Ni es única la escritura ni creemos que pueda

    Notas

    Este documento no posee notas.