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JUEGOS FLORALES PAGINAS ILUSTRAL ¡Oh, nomia, monia antigua! Escucha dirne tú que viste pasar, como vestiglos, bajo el zafiro cóncavo y sublime, las sombras de los siglos, en marcha con los años encima del camello de los días por el triste arenal de los segundos. no viste discurrir, como rebaños, los hombres en busca de alegrías, soñando con la dicha de otros inundos?
Aqui vengo buscar, jardiente anhelo!
el arcano Sel hombre y de las cosas, el secreto profundo de la vida.
Momia, háblame del cielo cuyas pupilas de sidérea lumbre extienden su mirar sobre las fosas. crisoles de la humana podredumbreen donde se convierte en frescas rosas la materia, ya el alma desprendida Hermana de la momia de Sesostris, cuya tumba de piedra baña el Nilo, refiereme la historia de tu vida de luz o acaso negra. Tu Dios fué el Sol. Amaste el cocodrilo como el hijo de Osiris. la gloria?
Mas ¡ay! la soledad sólo te alegra en esa vida inerte y transitoria. Cuál fué tu origen? Pergamino humano, anhelo que me expliques la clave de tu vida y de tu alcurnia; infiero que tú fuiste un soberano portador del blasón de los caciques de aquella estirpe brava, de aquella raza fuerte que en su solar salvaje, antes que esclava, echose en los abismos de la muerte. tú que yaces en silencio y sola en esa turba vacua, ansio que me narres la leyenda del épico momarca del Sirola; refiereme la barbara contienda del altivo cacique de Pacacia hecho un Aníbal en su liza horre Refiereme también, antes que mi espíritu al dolor, al ser la noc el idilio de mozos montaraces, señores de la selva, donde abren las parásitas su broy afinan sus arrullos las torcaces; de mozos ataviados con las pluma de extraños colibríes; de mozos recios y de faz alegre acostumbrados vencer las puma en las quiebras sinuosas de Saveg anhelo que me digas del canto de tus ritos en las siem!
y del sagrado culto las espigas; de la gracia, sin arte, de las hem que fueron danzar tu cabaña, también de los pasados terremoto que hicieron agitarse la montaña y huír los Viceitas y los Boto Humano pergamino, momia an torna bañar en luz tus muertos deja del bosque la penumbra exig vuelve a la vida contemplar los crepúsculos del Sol tu Dios sub quien fuiste invocar tus verj Desata ese vendaje que te opri enfréntate de nuevo la existenc con la fuerza vital del movimiento que surjan tus palabras en tropele y denme claridad al pensamiento como aroman los mirtos y clavele y los frescos nenúfares el viento.

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