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60 Juecos FLORALES PAGINAS ILUSTI ¿A qué vivir así. Trunc opresa en mi vendaje!
Anhelo ser aroma del boscaje, molécula de escarcha, savia de lirio, loto de alabastro un rayo de fulgores siempre er centella de oro, corazón de u El hombre es muy pequeño, son grandes sus dolores y ansie y es su fuerza motriz la intelige inútil es su empeño de quererse enfrentar a las eda armado, ante la muerte, con la Yo supe dominar siempre en la guerra; en el altar del Sol puse trofeos ganados triunfo triunfo en mis campañas; al pie de aquel palmar tuve torneos de diestros tiradores. Las montañas supieron de mi gloria y del viejo peñón de mis recreos: pregúntales, si anhelas, por mi historia.
Calló por un momento la momia, semejante un pergamino su faz, rugosa y seca; osó ensayar un raro movimiento modo de una mueca; escucharla de nuevo me previno, y así me habló. Soy un impulso vano contra la ley que da distintas formas todo lo que existe; inútil es que el hombre, con su mano, ose torcer las invariables normas de Natura. Mezquino anhelo triste del humano linaje, en su miseria, es trazarle otra ruta a la materia!
Mi cuerpo, ya marchito, simboliza no más que el loco intento de la humana y estéril impotencia enfrentada a la ley del infinito. Cuán mísero es mi añoso estancamiento!
Fué un lampo mi existencia, hoy soy no más que fuerza detenida por la humana soberbia en sus afanes de erguirse ante la muerte que la abruma!
Todo En dónde está mi imperio, mi trono y mi riqueza. En dónde la victoria de mis cla yace en la tumba del mist mis ídolos sagrados, mi riqueza mis tribus las vírgenes esclava cuyos brazos pusieron en mis he cayeron a ese vasto cementerio cayeron, de su sér, los escomb Inquieto vendaval, con furia e fingió una carcajada en cada tro y luego resopló entre la maraña con fuerza de tritón su trompa y de la selva, en la salvaje entra brotó un estruendo bronco, isimulando una burla de la muer Un pájaro zahareño moduló una romanza placentera siguió la momia su profundo sue le puse alas de luz a mi quimera y fué como un fulgor aquel ensue Evolucionar siempre, eso es la vida: hoy nectario de frescos tulipanes, mañana sangre de águila atrevida rizo de carmín sobre la espuma.

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