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Páginas ILUSTRADAS 61 qué vivir así. Trunca la marcha, opresa en mi vendaje!
Anhelo ser aroma del boscaje, molécula de escarcha, savia de lirio, loto de alabastro, un rayo de fulgores siempre en viaje, centella de oro, corazón de un astro.
El honibre es muy pequeño, son grandes sus dolores y ansiedades, y es su fuerza motriz la inteligencia; inútil es su empeño de quererse enfrentar las edades armado, ante la muerte, con la Ciencia.
En dónde está mi imperio, mi trono y mi riqueza?
En dónde la victoria de mis clavas?
Todo yace en la tumba del misterio: mis ídolos sagrados, ni riqueza, mis tribus y las vírgenes esclavas cuyos brazos pusieron en mis hombros, cayeron ese vasto cementerio, cayeron, de su sér, los escombros!
Inquieto vendaval, con furia extraña, fingió una carcajada en cada tronco; y luego resopló entre la maraña con fuerza de tritón su trompa fuerte, y de la selva, en la salvaje entraña, brotó un estruendo bronco, simulando una burla de la muerte!
Un pájaro zahareño moduló una romanza placentera; siguió la momia su profundo sueño; le puse alas de luz a mi quimera y fué como un fulgor aquel ensueño.
TELIRE

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