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PAGINAS I: USTRADAS panolones bordaon todo el lujo de lero.
casa con yo.
viéndolo en la ne.
caso. Por es eto bolsillo de su letito que era no vidadosamente ens de banco.
en esto que traigo omo tres mil colo1 orden tuya. Mi do Arturo con la régoli. no quiere se. Pero yo es lo: Si me queré. nos vamos a la os, muy lejos de peruano con mon.
ara en caso de. don Alturo, na Yo lo quiehísimo. pero dejar os, sol ingrimos en no lu haré en ja Sí, Guaria, si me voy. Creí dos pedían con sus grunidos algo que me querías siquiera un poquiti para sus estómagos.
10. y me engagé medio medio. Junto a la tranca un chompipe. Usté no sabe tuitico lo que lo armado miraba con soberbia y con quiero.
orgullo las gallinas. que en busy se deshizo en lágrimas. unas ca de algún granillo que llevar al balágrimas ardientes, que sediento se che, se le acercaban inconscientetragaba el delantal.
mente.
Arturo entonces hombre encane. Levantémolos, José María: que cido en esta laya de lances se apro tenemos esyerbar la güerta injo vechó de la voluptuosa excitación de allá en su cuarto el mayorcito de lor Guaria, para acariciarla sin oposición. Jcsé, sacudiendo su menor hermay la pobre Guaria ardía: la sangre no quien en su misma cama dormía.
se le agolpó las sienes. con vio. Gieno, Metrin.
lentas palpitaciones; se le inflaba el los dos chiquillos bostezandopecho ratos, y entonces era cuando pusieron pie en el suelo Se sujetaron los suspiros la querían ahogar. los calzones con una fajilla de cuero. Estás dispuesta a todo. y la cocina se fueron pedirle el cadij Arturo acurrucan lo la cabe. ſé su hermana.
za en el hombro de la conchita.
Pero la cocina estaba sola. ella tiritando cual si fuera un El fogón estaba muerto.
polluelil. o tirado a la intemperie le contestó con una vos tan tierna como Qué Guaria más arriada. No si ha levantao entuavia. habló su delicada almita: Dem trio restregándose los ojos.
Pero no mi abandonará. Nunca, Guarita, nunca. con. Peru esta puerta han abierto.
que. las doce en punto, aquí Yuhay ni merma de que Guaria está mismu. en esta calie.
en el yurro, interruinpióle su her Si, don Alluro. las doces.
manillo al mismo tiempo que la emcuando suenen el Ermita.
pujabz. Cuántas gracias, linda. Andá vos, José María, ver isY la besó en la boca.
tá en el yurro. y yo me voy al En ese instante por sobre sus ca. cuartu despertaia. por si acasu bezas pasó un zopilote en raudo está privada.
vuelo. proyectan lo con sus negras se fueron ambos en distintas dialas una sombra fatísica en el cés. Tecciones ped. José Maria, en un instante, le dió VI la vuelta al yurro. y regresó muy pronto a la cocina.
Con los arreboles de la aurora, la Metrio: nu está en el yurto.
gentil naturaleza despertaba de su ensueño. nu está tampocu en el cuar!. contestole Demetrio.
Tras la casa de For José, todo era ruido. to lo era bulla.
y casi los dos un tiempo, cruzán.
dose de brazos exclamaron con asumYa los gallos y gallinas, se apeaban bro: ágilmente del cuajiniquil en que dor. Onde si habrá melío. mian. se quedaron pensativos bajo el En el chiquero dos hermosos cer ala del silencio.
Vos te asustás de está muy viejo, y volverá casar: y muy triste pasatra cosa también: os para siempre; en nuestros panos vivir juntialguna finca de aceptas. Itaro dijo escone sus manos. adiós para siemfeliz con tu manciable manco.
rdiendo en ira.
Alturo. NO ve.

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