Discurso del Mantenedor de los juegos, Licenciado don Ernesto Martin Scor Presidente, Madre Patria, sin que al romper los precarics eslabones de la servidumbre Schoras y Señores: quedasen rotos los lazos sagrados del aiecto.
Justo es, pues, que dediquemos, se El aniversario que con sereno re ñores, en este día de imperecedera negocijo celebramos en esta fiesta que moria para la América Central, el dan su espléndido concurso la inspira homenaje de un recuerdo cariñoso la ción exquisita de nuestros poetas y noble, vieja patria que, dando con las artistas, la investigación paciente de generosidades de su reina buques a la nuestros pensadores, la belleza incom.
magna empresa y equipándolos luego parable de nuestras mujeres, está gra con el insuperable heroísmo de sus hi.
bado en los fastos de la patria historia jos, se lanzó la atrevida conquista con caracteres de límpidos fulgores, del misterio, ansiosa de encontrar nueno enrojecidos por el sangriento res vos mundos donde flameara la bande.
plandor de las batallas.
ra de León y de Castilla junto a la Hace hoy ochenta y ocho años que cruz redentora del Calvario.
por una feliz evolución ciño incruen Que nuestro saludo vaya hasta ella tanente Centro América los atributos en estos momentos en que por servir de su soberanía, y abandonando el los intereses de la civilizacion fecunda glorioso amparo de la bandera de Le con su sangre los campos africanos, panto, de Bailén y de Gerona, levantó renovando una vez más los épicos poe.
Tesueltamente entre sus débiles manos mas de abnegación y de bravura que el estandarte de la libertad y la repú marcan, como una cauda de soles des blica. La abnegación de los que en lumbrantes, su marcha por la historia.
el Sur y en el Norte combatieran, en Que la ofrenda de nuestra admiraepopeya de prodigios, por dar vida ción y de nuestros entusiasmos orle en sus naciones, proyectó hasta nosotros esta hora de prueba el escudo que en su eficacia bien hechora, y pudo alejar apoteosis de grandezas resplandece en se Centro América del regizo de la las más altas cumbres de la gloria; y