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A la Reina de la fiesta Señorita Odilie González Harran No fueron los panales que en los manzanos crecen, allá, junto a las selvas, más dulces que tu rostro de lirios y granada. Oh, ina de la fiesta!
Las tardes de mis campos jamás fueron tan bellas, como esas dos auroras que brillan bajo el triunfo gracioso de tus cejas.
No fueron las parásitas agrestes de mis bosques, ni fueron las violetas, más tenues y aromosas que todos tus donaires, que tu gentil modestia.
Bajé de la montaña. all: mi buena madre há tiempo que me espera. Dejé mi casa alegre y fuime tras el arte, cual nomida sin tiendı.

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