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rés sostenido en las clases, que se ob irjusto, mayor es el daño que causa en tiene por la clara y atractiva exposi lo que el hombre debe más estimar: el ción de las materias; es decir, median honor. La historia de los gobiernos te la competencia técnica del maestro despóticos que tan frecuentemente han y dl estimulo, que es un medio lienado de oprobio el suelo de Centro poderoso de fortificar la voluntad, y América, nos muestra este hecho que de inducir a los niños al trabajo. Nada sorprende: muchos de los hombres que alienta tanto como la aprobación o el sufrieron persecuciones y tormento de apoyo moral que recibimos de nues parte de los tiranos, se convierten luetros superiores. Vale más para dirigir go en sus más adicctos defensores. un niño por la senda del deber o Por qué? Es que la persecución, el pa.
inducirlo al trabajo, una cariñosa fra. lo, el tormento, cuando la voluntad no se de su maestro, que la aplicación de está suscientemente templada, hacen medidas disciplinarias correcciona. perder al hombre su dignidad. E11 les. Desgraciadamente la tendencia esto, según opinión de algunos fisióloactual en muchas escuelas es otra: gos, habría también un fenómeno fi.
la de mantener, todo trance, una siológico, un cambio total parcial en disciplina despótica inquisitorial. el modo de ser de la personalidad, deEn vez de relaciones mutuas de bido la absorción de toxinas. En respeto entre el maestro y sus discípu todo tiempo se ha sabido aprovechar los, reina en muchas escuelas una tin el castigo, como medio de producir rantez insostenible, que ha obligado generaciones de siervos. Algunos dés.
algunos alumnos modelcs abando potas antiguos y modernos comprenpar el estudio y arruinar, delibera dieron que para mantener al pueblo damente, su porvenir. El resultado sumido en la servidumbre, había que práctico de este sistema es deplora comenzar por adoptar en las escuelas ble. Es ya notorio el hecho de que un régimen de rigor, como el que mulos niños que llegan de las escuelas chos pedagogos tienen implantado en primarias los planteles de enseñanlas suyas.
za superior, carecen, con frecuencia Los niños de buena naturaleza, de la preparación necesaria, con el aman instintivamente la escuela. Ella agravante de que, veces, sus condi les divierte; en ella suelen encontrar ciones morales revelan un vicio de educación. Para mí, la causa de este ejercicio para sus órganos fisicos, y satisfacción su natural curiosidad y desastre es ésta: los niños aborrecieron a fan de saber. El trato con los demás sus maestros en la escuela primaria; compañeros les encanta; los juegos los niños perdieron el honor causa en los recreos, al aire libre, los delei.
de los repetidos castigos que se les ta. Lo natural sería que los niños, iinpusieron en la esenela primaria; los niños aborrecieron la escuela primaria, sin excepción, amaran entrañablenente la escuela y sintieran por ella una donde se violentó su naturaleza y don.
atracción irresistible. Desgraciadade se rebajo y deprimió con castigos el sentimiento de su propia dignidad, mente, esto sucede muy pocas veces.
He conocido niños de cierna edad como consecuencia, los niños perdie que recibían con tristeza el anuncio ron el amor al trabajo y el entusiasmo de las vacaciones y que se despedían por el estudio. Yo hay nada que de de su buen maestro con lágrimas en grade tanto la dignidad humana como los ojos. Pero en general sucede lo el castigo. Cuanto más humillante contrario. El rigor de la disciplina,

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