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I AGINAS ESTRADAS Musa virgen Ovidio Sernández Rios Pouta, cantemos la gracia del Ande que esmalta la aurora cuando surge el Sol; cantcmos las selvas que cruzó Pizarro, cantemos las costas dignas de Colón.
Dejemos la strota de versos dolientes 99 hablan de tristezas de pueril dolor 1a América es joven, su belleza es digna dei verso pante que Homero canto.
wa SAREE Alana de los mares que riman poemas con versos de espumas sobre del person; himino de los bosques, cria de los rios deste nuevo mundo que el azteea anó.
Sacros monolitos, idolos de piedra quc adoro la raza que há siglos pasó tal cono un desfile de hombres. lo ignoto. Oh, raza extinguida como una visión!
Grito de montañas, voz del San Lorenzo, canto de volcanes que nadie acallo; marchas de bisontes, habiles arqueros capaces de hundirle hechas al Orion.
Música de palmas del trópico ardiente donde en cada ronce revienta una ſor; pampus donde lucen cloro las tardes, la noche misterios, la aurora arrebol.
Todas las grandezas destos campos indios, iodos nuestros bosques de eterno verdor, alienten el canto de la nusa joven, de la musa virgen, de la musa de hoy.
Dcjcmos la estrofa que habla de tristezas: que suria la estancia llena de vigor; incendiesc on cstro la musa que ha visto sobre de los Andes rccostarse el Sol.
Lisimaco Chayarría

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