Fol Rued dias lucen destellan en lad del firmamento, y derramando sobre underable de sus cla.
Yovimiento de las ho los árboles que se do al compas de la inable que registran los tonos del viento ruidos.
nida en una apacibili igual que si todo lera en el espanto de olores ya se bancocampo tras las cer pienso que un pesa en el ambiente.
cundo para el Bien y oche de los terremodas ironizan va el poo por los claras de aredes desvencijados.
Pabres criaturas inis hermanos los otros Vista general del cráter del Volcán Irazú, cuyo pie está asentada la ciudad de Cartago hijos de la Naturaleza, los hombres no podemos crearle vallas al asedio de la Muere que nos circundat 2pagando con sus soplos no va tan sólo las débiles luces de la Vida, si que aun los soles magníhcos del esfuer.
zo y de la inteligencia.
Artistas de la escuadra del compás, vosotros los que trazasteis la difícil arquitectura que otros hombres realizaron levantando paredes montando techumbres p3ra morada de los agnates: vuestra obra se destruye co mo la humilde obra de los bohios en que se guarecen los intelices cuyo sudor os cariquece.
Afanosos pensadores de vatos de la ciencia, vosotros los que debatis inquiriendo ias fuentes de ese poder que todo lo destruve: Jejad los pinitos, andad por fin en el canino que nos Dere, con vosotros al frente, la seguridad de nuestras personas y de nuestras cosas sin cesar amenazadas de muerte.
Pero no es en vosotros ni en estas cosas en lo que yo quiero pensar ahora que in noche agranda el pensamiento y da formas de harmonis la imaginación.
Quiero pensar en la irremediable desdicha que es el patrimonio de todos los hom bres: en el eterno Dolor que es gemelo de la Vida.
Pienso en los niños, en las mujeres, en los hombres que ahora tiemblan de pavor vde frio delante de la catás trofe y de la noche, y que seguirán emblando de pavor y de hambre delante del dia bajo el sol de mañana.
Pienso en los que descan son ahora sobre las ruinas del que fue su sueño de otros el Volcán Irazú Fot. But