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6 PAGINAS ILUSTRADAS PAGISAS II.
Se van los temblores!
es de temerse, aun por los menos nerviosos, porque de todos es harto sabido que cada año se repicen los fenómenos que últimamente han sido tan fumestos.
Vuelve la calma Ya parece que va cediendo la Naturale.
za. Disminuyen los temblores; apenas ahora si se sienten alla de vez en cuando, muy leves, nary cortos, como para acostumi brar los ricos al vaivén de la tierra sin que experimenten gran asombro; allá los extremadamente nerviosos que sigan si viendo en constante zozobra, con miedo y molestias y congojas, soñando con te.
rremotos y crevendo que es movimiento sismico hasta el rodar de los coches y la precipitada carrera de los automóviles: allà ellos, los que creen en predicciones absurdas, que se las compongan para llevar esa vida poco envidiable de no pen.
sar más que en temblores y catástrofes y en el juicio final; alla clios, que sigan dedicándose hacer que circulen bolas y mas bolas respecto volcanes y lo que según ellos ha de sobrevenir Costa Ri.
ca; entre tanto, los sensatos, los que me.
ditan y llegan al convencimiento de que la vida asi no es vida, que hay que poner en acción las actividades, trabajar, dejarse de niñerias, esos han vuelto a sus inoradas, abandonando así los chinamos y tiendas de campaña en donde tan inco.
modamente pasaban las horas mais dolces de la existencia: las que se dedican al sueño.
Ya son pocas las gentes que duermen fuera de sus casas; la mayoría de ellas por tener sus propiedades seriamente dañadas, necesitando así hacerles formales re.
facciones, cuando no derribarlas para construir, en cambio, de materiales que den mayor seguridad ante el peligro de una nueva época de temblores, peligro que ¡Cuántos y cuán tristes recuerdos nos dejan los temblores recién pasados! Aquel 13 de abril, iniciador de la espantosa se rie de esos movimientos que causen på nico y ruina, tendri necesariamente que quedarse grabado en nuestra mente; lue.
go el de mavo, todavia nás horroroso, mis fatidico sin ser 13, noche indescriptible para los cartagineses especialmente, quienes en pocos segundos vieron convertida en escombros la belia ciudad que fué cuna de hombres ilustres; noche aquella de aves y desesperación, de la grimas y muerte, en que tantos y tantos seres quedaron sepultados entre los despojos de los que antes eran hogares de dicha y bienestar, cu que familias enteras departiarı alegremente, charlando sobre las impresiones recibidas durante las hoTas del dia, y cuántos tal vez, poco antes del terremoto, forjaban sus planes, risue.
nos y animadores, que vino destruir instantineamente la Naturaleza. el que todo lo hace y todo lo deshace.
Ah! son esos recuerdos de luso, de honda tristeza, que llenarán siempre de amargura los más perjudicados en la última catástrofe!
Ahora, honrar la memoria de las victimas de Cartago, de los que sucumbie.
ron en la fúnebre noche del de mayo, levantando sobre lo que es hoy campo de tristeza y desolación, una bonita ciudad, higiénica y con todos los adelantas modernos, cosa sencilla allí donde el clima, el agua y tantas otras condiciones permiten la inmejorable reconstrucción, SENORITA TULSALVADORE

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