8 PAGANAS ILUSTRADAS PÁGINAS ILU Lo que deben hacer las madres cuando llegan saber que sus hijas tienen novio En la nave de Manuela j preferible permitir que la joven ser visitada en su casa, con lo que se evitará el cspectáculo de las pláticas desde el bal.
cón, en que se hace ostentación ante el público de los amores. Procediendo de esta sucrte, se defiende la reputación de las hijas, que no deja de padecer con las pláticas del balcón la acera; de este modo también, se ve indirectamente obligado el novio manejarse con mayor decencia y formalidad, y si solo pensaba di vertirse, 110 hallando tan grata la diver.
sión en la sala, como en las conversaciones de la acera, pronto abandonará el campo. Cuintos polos liay qne al sólo anuncio de la muchacha, o de la madre, de que deberán entrar a la casa y nunca platicar por el balcon, tocan retirada, y que gran fortuna es para las muchachas que así sucedi, ya que de otro modo habrian sido engañadas por algún tiempo por esos osos? habrian visto crecer su cariño por el trato, para después por cualquier requerimiento de mayor formalidad, se vieran abandonadas.
Hay que evitar los osos callejeros de ventana y balcón y tengan presente las madres para hacerlo asi. que evitarán de este nodo bazen en el corazón de sus hijas amores que las harán desgraciadas, amores muchas veces morbosos, tan fuer temente prendidos en el alma de las muchachas que no logran arrancarse sino con un girón de honra o de vida. e Se discute con frecuencia, y no es fácil en la mayoría de los casos llegar un coerdo, cual debe ser la conducta de las madres cuando llegan saber que tienel novio sus hijas. Pero ya en el sólo enunciado de la cuestión hay un punto obscuro. Cuando llegan a saberlo las nadres: menudo, por desgracia, esto no sucede desde luego, sino que, la muchacha ha aceptado relaciones con un joven, sin consultar su madre y solamente, cuando es sorprendida, confiesa. Este es un grave mal que pueden evitar las madres por una conveniente preparación del alma de sus hijas. Procurando ganarse su confianza desde niñas, siendo par: ellas amigas mayores y respetables, logran facilmente que no se les oculten los sentimientos y aun que sean consultadas antes de aceptar ninguna relación. Es encantador en una muchacha la sana cos tumbre de hacer a su madre la confidente de sus impresicres, de abrirle su corazón contadamente, de enseñarlo hasta el plic.
gue más recóndito de su cerebro. En quién si no en la madre, encontrarán las jóvenes amiga mas desinteresada, contidente más fiel consejera más digna de ser escucha da: Pero dado el caso que asi suceda y que la madre sepa y haya consentido en que acepte relaciones una hija. qué line: de conducta debe seguir:Permitirá la poco edificaute costumbre de ventanco. De ningún modo. Aun suponiendo que por las circunstancias del pretendiente, no puedan juiciosamente considerarse las relaciones como oficiales, siempre será Til tosigo mortal tronchó la vida de aquel querube para amar nacido; firé estrofa de pasión su despedida en medio del pesar y su gemido.
En aras del amor diez y ocho abriles puso la virgen y busco la muerte; fué lirio juvenil de mis pensiles.
por ello es justo lamentar su suerte.
La sombra se detuvo en sus pestañas. cra su rostro de mujer hebreale dieron su frescura mis montañas y gracia de nereida, Galatea.
Sus labios cran dulces y eran tersos.
negros sus ojos y donoso el talle: ella vió el campo que inspiró mis versos y fué una reina de mi fresco valle.
Ella vió el carmen que mi madre riega Cuando la tarde se adereza de oro.
y vió el naranjo en flor donde llega la orquesta de aves trinar ea coro; el cerro airoso donde el sol recuesta su faz de luz y cabellera blonda, rrió el arco iris que esmalto la crest. de la colina que vistió la fronda; SO ta NE y ng 12 CLE se qu La colaboración literaria para PÁGINAS ILUSTRADAS es siempre solicitada, y la que se nos envíe sin ser pedida scri no publicada, juicio de la Redacción; en ningún caso devolvemos los originales.
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