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Costa Rica, América Central Año VII Número 251 San José, 25 de Septiembre 1910 Páginas Ilustradas excelencia de 19:0ependiente, FO, 108 uni atenta del señor ado ahora la so motivo da Vila tados, con boradores.
intez de la REVISTA SEMANAL JUAN ARIAS Editor y Administrador PROSPERO CALDERÓN, Propietario Notas breves Con esta lo de Re aremos de PAGI re la hoy sólo por su in por estin des.
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erciantes Principal, Consti.
cimiento, simismo allere Paseo domi Caminando. Caminando entre el frescor de la riente mañanita. saludo nical unto mo los sitios todos que un tiempo reccrriera diariamente. Tu.
bo a la casita campestre que abrigo los únicos grandes y puros amo.
Te de mi vida.
Bordeando el sendero, los arbustos polvoriemos mirados tantas veces s:feudian su follaje para agasajarme: en cada hueco de los parediones, en cada pedron desmavacio entre la verba, iba encontrando los retazos de aquellas emociones dulcisimas o tristes. 1cariciantes o atormen.
adoras que mi piso en otros días. fui colgando de todo.
Los recuerdos saltabas sobre el camino ante mis ojos extasiados, como esos paros nocturnos que a la luz de la luna precedenti los viajeros dejindose caer como ho jas secas en mitad de la via levantrindose luego al acercarse aquellos con vuelo sutil de mariposas.
Cada una de las preocupaciones melancólicas o ale gres que en un tiempo 12 lejano agitaron mi pensamien.
10. que clave con la orirada en cada uno de los obje ios hallados en la ruta, movían al verme sus patitas como para indicarme que alli estaban. vivas aún, despecho del tiempo que ha pasado.
La acequiecüla ramercante, el portón valetudinario.
el potrero extendido como una alfombra anchurosa; todos tuvieron su palabril especial para mi oido. luego la casita hox tuinosa que antes encerró visos y hermosos los poemas de mi dicha; y luego la arboleda bajo curos arces de frondas corrieron des.
grupando risas sobre las hojas secas los hijos primeros de mi amor La hamaca tendida de irbol arbol como una unión sin rigidez: Ya no está!
La manada de gansos estirando el cuello para mirar cual se columpiaba nuestra ventura, y aplaudiendo des.
pues con sus alas la explosion de la vida en nuestros Labios: También ellos se fueron!
Pero ah! bendito el dia de inmensa paz, de incom.
parable descanso vivido alli en diálogo con las voces del pasado.
Decidme, hombres cdiosos, imbajadores inconsolapies, que conjuriis al vicio para que venga llevaros rato cl ludo de vuestros sinsabores. no liabéis saliivares JOSE

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