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l AG. XAS ILUSTRADOS Resonancias del terruño.
Por Ramón Quesada.
Ultimos días de Cartago Desde hace mis de cinco lustros que vengo de tarde ei tarde emborronando cuartillas. que anda por ahi en diarios y revistas, con pretensiones literarias unas, con visos de información las otras, para sparcinzento de mis aficiones intimas.
aquellas, para cumplir con un deber de ciudadano, éstas. Bien o mal, pero al ser vicio de una idea que he creido útil para to porvenir. sin deseñar los beneficios de lo presente, por algún tiempo di trabajo la prensa, como corresponsal o cronista gratuito, pero nunca para relatar chismes de vecindad ni pa maltratar reputaciones.
sino para gozar con los triunfos de nisue.
lo para llorar con sus tristezas, para ofren dar mi homenaje al merito real y positivo.
para rectificar apreciaciones injustas, para describir a suas costumbres y tradiciones o algún rincón apartado lleno de poesia, pa ra combatir prejuicios disociadores. ratraer le en cuanto these posible, una corriente no interrumpida de simpatia la ciudad progenitora de la familia costarricense.
Aratos perdidos he esbozado esa labor.
con verdadero placer, hasta cierto purt50. pagado del éxito de mi barata y des interesada propaganda. Pero hox, que tra10 de bilvanar siquiera mis personales im.
presiones acerca de la espantosa cat. istrofe que ha enlatado nuestro Tricolor pabellon, me siento perplejo y no acierto ii dar for ma si tropel de lugubres escenas, que sin cesar destilan por ni mente, como en un cinematografo dantesco desordenado.
camo en una vision de dolor, cuxos perti.
les no se escuma. ni con la realidad ni con el tiempo.
Efectivamente, no ha presenciado jamais Costa Rica una desgracia semejante la que arruinó totalmente Cartago visus Horecientes alrededores. hacia el anoche cer de fuesto de mayo del corriente ano.
Da tristeza pensar que al esfuerzo humano, perseverante y meditado. se aponga la fuerza bruta de los elementos, que en un instante aniquila todos los empujes de la actividad y desconcierta los sabios mais sagaces y previsores. Contristit en verdad el inimo de más indiferente con siderar que una ciudad histórica, cum de la República rueda imponante del en granaje económico, social e intelectual Tenga que estar siempre en abierta lucha con enemigos invencibles, pero que no por asoladores y arteros bao logrado aún dominar las energias de aquel primitivo asiento del coloniaje espaiol.
Erupciones volcánicas, quizá descic tiem.
pos inmemoriales, terremotos, inundacioses. epidenrias diezmantes opresiones por liticas, todo lo ha soportado la antigua netrópoli. a interviulos relativamente cortos, Viveces en situaciones de la 11s angustiosa penuria. Por estos motivos muchos de sus hijos se han desbandia to por todo el pais desde mediados del siglo pasado.
pero ha quedado allí sienipre un nucleo vigoroso y puttiente. convencido de que el peligro se corre también en otros luga res, si no por las conmociones extraordi.
narias de la naturaleza, por otros fenómenos mas o menos ostensiles, que matan la iniciativa y el carácter, desamorizan del hogar y relajan el espiritu de independencia.
La zotada provincia ha tenido. pues.
que rehacerse de sus descalabros varias ve.
ces de aqui nace ese ambiente de labo.
riosidad que alli se nota hasta entre los ultimos cinepesinos, ese vinculo de 2011 fraternidad que los ha hecho verdadera.
mente hermanos en los dias de bonn como en las épocas de prueba.
Es tu caso digno de atención, que des pués de cada cia, la ciudad de los iberos gobernadores se la levantado más orgullosa que antes, sin que su contingen.
te en el acervo nacional liaya sido interior al de sus otras hermanas. Tris svorecidas por la suerte. Después del terremoto de 1845. que atsuino, con pocas pérdidas de vidas, una ciudad pobre, de calles irregu lares, sucias y estrechas, con un emplazamiento reducido, vino la mexit ciudad de calles ampliss y rectas y con todas las facilidades para el ensanche de la higiene, de la comodidad y del armato.
elo.
loca!
ciante to.

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