PAGINAS IL. STRADAS un lada hiba macja Batro absorto brero y al lade palinas tonos zaen la lectura de algún documente impor.
patos tante. Espere un ato. No dia duda, el Masombro fue muy grande. No supe Dr. Kammal estaba ahi. 31 fin iba que pensar. Vatro nito permaneci viendo aclarar lo que para mi era inexplicable. Por aquellas cosas, puestas asi. por casualidad: que me mand so tarjetn con un llant. No lo supe. En aquella soledad nadie po miento desapareció después: Sobre todo dit informarme. Me retiré de aquel sitio que motivos temi par no escribir To llena de residumbre. Cuando llegue a ko: Por qué levabuella vida fan mis hotel de Juan Viñas, por la tarde, se me teriosa: un rato después me pareció ver dijes que. Dr. Kami Tabia Telegrafue el papel se movit. Seguro estari arre fido de Limón. Esi misna tarde se en glatado sus colecciones, pense. Con las 10 barcabar.
icias que me habian dado, quien atro po quien pertenecian amellos objetos in estar en aquel potremo sobre todo, que habia visto en el patrero: Al dia si PENCAdi La cajita al lado del paraguas. Su caja de insectos!
Resueltamente me dirigi hacia él. Lo llame por su nombre, pera no contesto Me acerque mais lo lame de nuevo e uisine silencio. Todo parecia misterioso en aquel personaje. Pero 20, ahí estaba, se vea el sombrero, las polainas y los za patos.
laut terminar de una vez por tortas di Liselta para verlo de frente. Nadie har ba so misterio. El Dr. Kamimur no estaba. Detrás del paragus lo que vi Si one sostenit un sant guiente fui buscarlos, pero a mecsta ban. uma se supo.
Escribi. la Sociedad de Tokio dando cuenta del extraño fenómeno. Cuando Tecibi li contestación ini asombro na tuno limites. El Dr. Karimun hala CTU en Chiriqui el mismo dia que me pareció haberlo visto cietas stel paraguas. Todelvit tos, después de mucho tiempo, Tenerdo con extraficza quel caso inexpli cable para mí. que el Dr. Rinimo habe estado en Juan Veeram liecha real. Del telegrama solo labi apontado eins derden. Trit de conseruir en