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PAGINAS ILUSTRADAS Comprendi que va habia muerto y me dije: sólo alto vo! esto no tardari nucho; que se haga la voluntad de Dios! Nada me impresionab: la muerte. Sabir que sólo vo faltaba y resignada esperaba mis ültintos momentos. Lo único que desea ha era morir al aire libre, y no bajo que Ila pesada mas de escombros. Pero era imposible, mi última esperanza se desva necin. Las únicas voces humanas que se escuchab: eran la de thi cuñada Harian la de su esposo Adolfo Rojas, que con tres liejas y la sirviente habían corrido la misma suerte que nosotros, con pared de por medio. Como los sacudimientos de la tierra eran tan fuertes y tan seguidos.
las maderas y vidrios cragian de un modo lorrible, y los cuerpos pesados seguja caxendo con estrepito. Mientras tanto maestros cuerpos estaban mais y más oprimidos. y apenas me quedaba con acción la mano derecha, con que procuraba me dio limpiarme la can, para quitarme algo que me estorbaba y que supuse fuera a el sudor de la muerte, pues a ninguna 10sa senti que pudiera tener tan licridas cara mi cabeza Resuenan pasos, renace mi peranza de morir al aire libre y con los auxilios necesarios y grito thas to pouer: pero o no oian ellas gentes de Dios, no hacian caso: eso no lo sé.
Trascurrió un largo, muy largo rato.
de nuevo oi pasos como de una person: sola. Mi esperanza aun no se liabin ichi litado del toda; quería morir camo dije.
al aire libre y con los auxilios que nuestra santa religión ofrece. Grité repcti mi suplia. ilos para alli me contesto una voz.
varonil; pero grie ortal vez para saber dente está Aquilaqui: le contesté con voz casi desfallecida. Vai esperar un momento porque vos Solo nada puedo hacer por ali se oven mis personas aterradas. Como que va viene gente, son dos hombres. to ami.
gos! vengan en mi syuda, que lirge mo cho.
No podemos vamos precisados, con lestan los transeuntes. Como! Si no vienen immedintamente los tiro, soy autoridad En medio de mi tribulación bendije agnella voz enérgica que venir en ni att silo, y comprendi que intinsdadas las sacros se acercaban ayudar un po.
licial, que era quien los requeria. Tone esta linterna, le dice a uno en tono severo, vengu pronto. Tienbla: Santo Dios! Santo Fuerte!
esperc, esnere. Pero que les va a caer aqui. comardes. si va todo esto caicio: Pasen, pasen.
Grite, otra vez, señora, para fijar el sitio donde está.
Aqui cstoyl grite con suprema ansicdead.
Senti que comenzaban remover sparar los escombros, y cuando prime tamente me descubrieron la cabeza y po de respirar con liberad, parecia que me Dobiesen quitada de encima una monta.
Pobrecita. Quién es seora: dr.
jo el policial. Angélicit de Zavaleta, le conteste, Como! La señora de don Jose Si señor, la misma.
hesti inconocible. por el lo do por la sangre de que esta cubierta 511 cara. Bueno; agui: mi lado esti el. lo st can también si me hacen el favor. Si señora, con mucho gusto, si está Continuaron avartando escombres con Ins anos de pronto se detuvieron.
Tiemblal salgantos foem, mientras pas. dicen los peones.
No sean cobardes, esto precisa, la se nora va morir, les replicat o jele. loer quen la luz; si es verdad, aqoi está su es.
poso, pero está muerto, señara. Nunque este muerto. siquelo, y dos niños mas que estiin aqui. y una sirviente que esta gritando todavia un poco más dentro.
No señora. su esposova murio, vahto ra vamos con los vivos que se axen por 1hi.
Cogila cabeza tie lase para convencer me de si erano cierta lo que se me de cia como vique no se me engañaba, no se lo que senti. Yo le sigo, por dichas creo que morire pronto, les dije. De veras! esta senom va 120 tarda ep morir, repiten todos media yoz, Luego, dos de ellos, con el mavar cui Hndo me colocaron en la loca ferrea.
mientras el tercero alumbraba con la lintersa. Aqui In dejamos me dijeron, vale mos socorrer. los otros que gritan. No muy tardado estaban li con Mollo, el viva.

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