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PAGINAS ILUSTRADAS 1 IS El sivato de una maquina de taller alienIn confiterza de vapor. Son las doce.
Van ahora y vienen hombres por todos los lados, buscando, para reanudarla, la tarea suspendida a la loa del almuerzo. los trabajadores tendidos a lo largo de las bancas, en el parque, se enderez penosargente, se pasan las manos por los ojos y llevindose el burde delantal que les servis de almohada, se van también para rematar el dia adolorindose los bom.
bros en la carga, hasta que vuelva tras el sol la tregua de la noche.
Se van. se alcjan se pierden por ar mo mi vista; pero yo sigo imaginando 1:1 fr amarilla de esos hombres, y sigo pensando en que la fiebre los devora, en que los consume la fatiga y que pronto, entre el dolor y la angustia de todos. ir llegando para cada uno la tregua final, el descanso definitivo en el cariño de la Naturaleza. cn el último, en el único Clriño que a los infelices queda.
Blanca, hermosa, bella, una de las ni.
has. Sobre sus carrillos lucen, como 50sobre dos senos, dos grandes rosits to jas, los arreboles de la sangre joven, sa11. roja. fuerte.
Esti de visita en el puerto, la chiquilla.
No son de aqui la frescura, el encanto que se desprenden de su cuerpecito y que la envuelven como en un resplandor. ha camisa blanca ligera adornada co.
mo de espumas, en donde el calado hizo claros para los metidos, cte desde sus hon bros gruesos, redondos, y le da en las codillas con su fimbria.
Cortas. coritas las medias amarillo 05curas, del color de las zapatillas.
Gruesas, fuertes las piernas descubiertas, blanco y rosades en la proporcionada contribución del rojo de la sangre y del mate de la piel. Dirianse talladas por el orgullo tentado de un vanidoso pracstro.
Ali gime bajo la banca; y se enderezan entonces las chiquillas, alzan el peTrito hasta los pechos, y se alejan poco poco, recibiendo cada paso sobre si un dardo candente de los que agujerean la fronda desde el cenit. 11.
111 LL re, 151re.
los lie OK boEl parque está solo, silencioso, quieto.
Kada se ve moverse.
Hasta que dos pequeñas mujercitas, bien vestidas y airosas, echan el cristal de sus risas sobre el aire grueso que asfixia, y en el cual se apagan como si se bundiera en un depósito de aceite la vibración de un sonida.
lintran las mujercitas corriendo adelan.
ie de un perrilla chirrispuitin gracioso que las persigue ladrando.
Ali. An.
Pero cien también bajo el bochomo que aun dura. y se tienden también agitadas sudorosas, sobre un escritto del parque.
De all: abe nen Me arde la frente. hermanos: aume dura la fiebre que desde anoche cocina mi came. Pero manimo se distrae y se agra.
da mientras recostado tranquilamente, veo por entre los vidrios de una ventana, la mancha verde barilla de los árboles las hojas tendida sobre el parque, baja el fuego del sol.
XUAN MANOLIS ܬܪܐ ומם isca Lin 92.

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