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PAGINAS ILUSTRADAS PÁGINAS IL La Escuela Normal.
Poesía recitada por un alumno el dia de noviemore en la fiesta patriótica del Instituta Nacional de Panamá os Hov un templo sus puertas nos abre: no es un templo que, en muestra de audacia, sus torres altivas las nubes soberbio levanta; su sechumbre no ostenta artesones en que el oro insolente resalta, ni el arte fastuoso.
que pinta o que labra, en sus muros escuetos despliega colores y luces, relieves y galas.
Ni es el templo medroso y henchido de fúnebre calma donde el ánimo triste a los dioses auxilio demanda.
o, con miedo las lides fecundas porque el hombre niejora y avanza, por horas y dias en mortal inacción se anonada.
El templo que hoy abre sus puertas sagradas, la lucha más noble y grandiosa corazones viriles prepara, y en un tiempo cercano, veréis cómo lanza todos los puntos del patrio horizonte sus huestes humildes en són de batalla.
Vi conquista ni vano dominio persigue en sus ansias csa turba de oscuros andantes que no ostentan acero ni adarga: en su diestra sólo el libro es ei arma, yalli van por el mundo esos bravos dando guerra la odiosa ignorancia y haciendo del niño.
arrancado a la esfinge tirana, el hombre futuro que piensa y trabaja y que alumbra sus pasos inciertos con la luz de la antorcha cristiana.
Nada importa que en lucha tan grande por el mundo impertérritos vavan los pobres soldados sin otro instrumento que libro y palabra: será suya por fin la victoria como lucha con Girme constancia, veréis cómo extiende lo bueno su influjo su gracia, hasta hacer que el niortal primitivo, recordando su antigua prosapia, domeñe la bestia que al abismo furiosa lo arrastra; porque asi como es frágil y breve cuanto funda su arbitrio la espada, 110 perece jamás ni se eclipsa. oh mente preclara!
lo que, llena de robles anhelos, tú concibes, fccundas o labras.
Lo dice la historia: pasó como llama que ilumina tan sólo un instante lo mismo que abrasa.
el carro de guerra que el audaz macedonio llevaba.
Cristo, el inerme.
aun alumbra y gobierna las almas.
Nada arredra, por eso, a los hombres que con sólo su ejemplo y palabra combaten y vencen la ruda ignorancia: la fe. como antorch. alumbra su marcha.
y al través de los tiempos venturos entrevé su anhelante mirada.
cono en vago y lejano lorizonte una aurora que brilla y que canta, el pueblo sencillo valiente y sis tacha, que en el pobre taller de la escuela hoy sus manos humildes preparar Que prensio tan dulce. saber que, la larga, será por nosotros más grande y hermosa, oh Dios, nuestra patr También nuestra mente seduce y halaga con sus tonos de gloria y martirio tan herinosa felsz lontananza; y por eso acudintos al templo cuvas puertas nos abre la patria, en busca de ciencia que temple nuestra alma y nos haga capaces del triunfo en la lucha viril por la infancia.
Quizas de ese modo nos vereis en la escuela mañana disputindole el campo con brio la odiosa y letal ignorancia. Compañeros y amigos.
riba!
Hermosa es la causa: la patria gozosa en el pecho nos pone su banda, y seremos por ella cruzados de esta nueva gloriosa cruzada.

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