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PAGIXAS ILUSTRADAS De lo que, llena de nobles anhelos, tú concibes, Secundas o labras.
Lo dice la historia: pasó como llama que ilumina tan sólo un instante lo mismo que abrasa.
el carro de guerra que el audaz macedonio llevaba.
Cristo, el inertne, aun alumbra y gobierna las almas.
Nada arredra, por eso, a los hombres que con sólo su ejemplo y palabra conbaten y vencen la ruda ignorancia: la fé, como antorcha, alumbra su marcha al través de los tiempos venturos entrevé su anhelante mirada, como en vago y lejano horizonte una aurora que brilla y que canta, el pueblo sencillo.
valiente y sin tacha, que en el pobre taller de la escuela hoy sus manos humildes preparan. Que premio tan dulce. isaber que, la larga.
será por nosotros más grande y hermosa, oh Dios, nuestra patria!
Tambien nuestra mente seduce halaga con sus tonos de gloria y martirio tan hermosa y feliz lontananza: y por eso açudimos al templo cuyas puertas nos abre la patria, en busca de ciencia que temple nuestra alma y nos hagit capaces del trionio en la lucha viril por la intancia.
Quizas de ese modo 110s veréis en la escuela mañana disputandole el campo con brio la odiosa y letal ignorancia.
Compañeros y amigos, arriba!
Hermosa es la causa; 1a patria gozosa en el pecho nos pone su benda, y seremos por ella cruzados de esta nueva y gloriosa cruzada.
Justo Sacio a

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