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12 PAGINAS ILUSTRADAS PAGKAS Resonancias del terruño. por Ramón Quesada.
Ultimos dias de Cartago 1 Continuación e SI XI si TU d.
T:1 TI DI הון 41 Para aquellas personas que havan tenido la paciencia de seguime hasta aquí, en el relato de episodios aislados, que resultan palidos, descoloridos, cuando se ve frenie a frente la pavorosa realidad, y que en manera alguna podrán dar mais que una idea aproximada de la subita destrucción de una ciudad tena, altiva y pujante, que desearian conocer la mayor sama de detalles fuera de los numerosos que ha venido publicando toda la prensa nacio al desde el de mayo. para reconstruir mentalmente las escenas de congoja y de terror, de abnegación humanidad de desesperación heroismo de aquells in fausta noche. he solicitado la colabora.
ción de algunos amigos, testigos presenciales de la catástrofe, quienes me lan facilitado interesantes datos que vienen redondear estas impresiones desordenasias, como lo estaba después del rudo gol.
pe. el espíritu de cada mo de los cartagimeses, pero sinceras en la exposición sendilla de la verdad.
Al llegar a este punto echar un ojeada sobre lo que fue muestra hermosa ciudad, con tants a las construcciones de calicanto y de ladrillo, algunas hasta reforzadas por vigas metálicas, que para el caso del terremoto, resultaron taa perfectamente inutiles co7170 los tradicio nales adobes de tierra y al imaginarme lo que pudiera ser maana una ciudad leert confortable, con babitaciones aereadas y perfumadas por centenares de jardines.
pero liecha de materiales que esigen peiodicas renovaciones, si por otros acci.
dentes que no sean los naturales del tiem po, no hay que rehacer en corto plazo la obra que tanto cuesta para vivir con me.
nos inquietud y menos peligro, no puedo menos de recordar una expresión protética de mi padre que habia nacido el año 11 del siglo anterior vivis 86 años, quien al referirse a las catástrofes que había teni.
do ocasión de presenciar decía: En Citr TL la ini pa salte hacia el patio. cai de espaldas. Me levanto, corro en busca de los mios, en cuentra parte de ellos en el galerón, pero me faltaban tres de mis hijas: las buscar hallo por milagro dos de ellas en la calle; a la otra. To la veo, pregunto al policial de punto fijo y me dice que la við estar por la puerta siguiente, momentos antes. Crei que va era víctima ini hija, porque esa parte de la casa también caso de golpe. Entro por sobre los escombros.
la llamo desesperadamente, cual no se.
tie en parte ni alegria al contestarine. papacito, aqui estoy aterrada. sequeme pronto porgue me ahogo; enciendo un fosforo, y efectivamente la ves cubierta de escombros hasta el pecho. Grité, pidiendo luz, y con ayuda de su marido que llegó en ese momento, de un pariente de dos policiales, pude con muchas dificultades extraerls, bastante lesionada Afortunad mente con los cnidados médicos su mejoria fué prontal Cuando me convenci de que no fal haba ninguno de mi familia. alii la calle a recorrer la población para cumplir con mi seher, pues ejercia el cargo de Gobernacior de la Provincia, y me encontro con scris dificultades por las pocos recursos de que podia disponer en esos momentos.
pues cada cual estaba atendiendo a los Soros o buscandolos entre las ruinas. No tenia gente para prestar el auxilio necesa rio di orden para que de los barrios vecinos me mandasen inmediatamente iritbajadores, pero como todos estaban en las is nas circunstancias que cola cindad.
no liegaron sino mos pocos de San Rafael y uro que otro de los demais distritos.
Con estos la policia, parte de la guarnición del Cuartel, algo se lixo. Toda esta gente se porto muy bien, pero por lo exiguo Nero no podia tender toda la poblición.
Cuando iba por las calles de todas par tes. de debajo de los escombros, partian Tamentos y gritos desesperados deman dando auxilio para los deudos y amigos: esto es indescriptible, y sólo el recordarlo da horror y compusión. Muchos corrian como locos, sobrecogidos de terror anos, sin darse cuenta los otros de que iban a sientas sin rumbo fijo Como no pasaban cinco minutos si que se sintieron fuerte sacudimiento acompañado de truenos sardos las paredes que no se vinicron abajo en primer fago cada gencin saudra que hacerse SK Desgraciadamente esta predicción que era la de todos los hombres de experien cia de la próxima pasada centuria, se ha venido realizar en lo tocante a la destrucción, pero todavate. en lo concerniente la reedificación total te la ciudad, de una villa de multitud de basrios, que Seri obra de largo tiempo y de ingentes gastos. Para los cuales las nueve décimas partes de los damnificados no estaban listes. y menos en esta época de crisis economica porque atraviesa todo el país.
Antes de proseguir mis observaciones personales, debo ce ter aquí la palabra a aquellos amigos que antes me he referido siguiendo en la nublicación elorden en que he recibido la copresiondencia.
le loc pes, el turno al Coronel don Arcadio Quirós. gobernador que fue de Cartago en las pastrimerias de la administración del señor Licenciado González Viquez Me pone dice el settor Qutros.
en un compromiso al pedire mis impresiones personales sobre el terremoto de la noche dei de mare prosimo pasado.
porque fue tal la sorpresa de la espantosa desgracia, que dudo haya persona alguna que pueda dar exactit idea de lo que en Sa noche puso noche inolvidable para todos los cartagineses, como lo seri para las generaciones futurasiguienes la ac tual traspitini con todos sus detalles. relato fiel de lo que presenció.
Hacia el anochecer sali del galerón donde dormia con mi familia, dingiendome a un corredor que quedaba al frente con el fin de tomar ni sombrero para me a casa de don Manuel de Jiménez, en donde iba a reunirse la Junta de Socorros cuando ponia los pies en dicho corredor.
o como si la tierra dobiese sido volada con dinamita: vi que la casa se me venia encima, por instinto de conservación M.
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