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PÁGINAS STRADAS Clarita Asi se llamaba la niña que vio la luzea uno de los alrededores de la ciudad de Heredia, la de las camelias, los jazduincs las violetas.
Vino al mundo para vivir en la miserias Vesta nada diria, si sa cuna hubiérase me cido en aire limpio y puro, pero la humil.
de choxa. quizá por el hanobre. que poco a poco aleis verguenza y pudor era centro de malas costumbres y escenario de liviandades portia.
Coma miserable lor, deba la inteliz niña ser digna de su hogar, mostrando al compas de su desarrollo. espinas y feal.
dad, porque es raro. como se dice con belleza que en los pantanos crezcan tlores. Hores con aroma, 12 que cuando la raiz nece entre ei cieno, ni bay corola limpia. brillante colorido, ni pétalos sua yes y delicados, De alma pura de naturaleza angelical, aquella niña debía salvarse del abismo en que iba a caer, goxando al principio de los favores mal entendidos del mundo perfido, pues era bella, graciosa, encantador: en efecto, como inequivoco de que ninguna animación puede ser abso.
luta del cieno naciz esa Aorecilla. Cla12. con arom exquisito de limpia corola, Al brouar, dundo campo las malezas.
neutralizandose el veneno quei su alre.
dedor flotaba con viesas intenciones, sér humanitario, compasivo: la trasplantó los jardines que, con su sohcitud, atiende, abon: y riega, la Sor Margarita del Hos.
picio, la madre de los huérfanos, la que con su nuisericordia cuida de la infancia en abandono.
En ese Establecimiento, como el pajaro en su nido, con el aire saludable que la inocencia exige, con las costumbres deidi ficantes del templo de los pequeñoelos.
en medio de las caricias de las hermanas, creció y se educo Clara, siendo por sus virzodes y constancia en el estudio y el tinbajo. el singel del Hospicio.
De todo sabia y en todo se ocupaba: como ella queria que se salvaran sus con.
paneras de infortunio, no perdia siempo en dar consejos e indicar el cjercicio de las virtudes, que llevan reposo y felicidad.
Un dia se sintió enferma: desde ese momento dijo a sus compañeras: primer recado de la Virgen estay alegre. Je lla112. y lo hace con ternura y solicitud, Vi.
170 cl médico, y no hubo draga que detuviera el curso de la enfermedad; creció la fiebre que la devoraba, encendieronsele las 12cjillas, se coloraron más y mas los labios y en un momento, después de pronunciar el dulce nombre de la Maria de Israel, emprendió su vuelo la Clarita de la ciudad de las flores.
Dicen en el Hospicio, que la fior del cierto todas las noches pertuma el 272biente del Santorio, trae pan para los huérfanos.
TURO AGUILAR

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