Paginas Ilustradas El alerta de la raza (Leida en los salones del Club Alfosso XIII. de San José de Costa Rica, la noche del 26 de diciembre de 1910. Concluye)
Ellos trafican con la miseria de mento de repeler la fuerza con la éstos, con los ciclones políticos fuerza, no olvidéis lo que valen de aquellos. Compran o pacifican. dignidad y bravura en el alma de Y, la postre, es igual. Trafican los pueblos. La Europa napoleónites pacificadores, es lo mismo! ca vació sus huestes conquistadoLa tienda de la conquista, leranta ras sobre los guiñapos de España; y entre la miseria de nuestros ha España torció con sus andrajos los rapos entre el estruendo de nues cordeles que ahorcaron la codicia tras turbulencias!
imperial; la bofetada le encendió Pues, la guerra del oro, hay los carrillos; bebió juventud y enerque responder con la defensa del gias en fuentes de heroísmo; extraoro. Poned la mano sobre la vál jo fuerzas de la misma debilidad de vula de vuestros mercados! Apre sus mujeres; y, cayendo ensangrentad los dedos como para cerrar esa tada en Zaragoza, y triturando en válvula; y veréis como os sueltan, las calles guijarros con los dientes, las muñecas; y veréis cómo tiem para matar sus hambres en Gerona, bla Fenisia amedrentada.
venció al enorme corso coronado, la guerra de las pacificaciones, y abrió la brecha por donde iba hay que responder con la defensa escaparse de su ergástula la libertad de las abstenciones. Pacifiquémo del mundo!
nos, para que no haya pretexto No imaginéis asaz remoto el pede que nos pacifiquen. Abstengá ligro que os señalo. El confiado monos de admitir, y más aún de encogimiento de hombros ante un solicitar interventores, para que no riesgo que juzgamos invariablemenpuedan nunca establecerse tutelas, te pequeño, es uno de nuestros maHermanos de América, abrid los yores defectos érnicos y nos conduojos! Vosotros sóis tántos como ce al escollo que bien pudimos ellos, y, en cambio, sóis más altos evitar sin una inútil prodigalidad que ellos! Procurad comprenderos! de heroísmos y sin una estéril malEnmendad vuestros verros! Exai versación de energías.
tad vuestras virtudes excelsas! No, el peligro está próximo. La seréis, no los siervos, sino los amos pezuña del gato cauteloso deslizase en todo el Continente; y haréis con cada segundo más, sobre la felpa de los que pretenden dominaros, lo que nuestros bosques vírgenes. Ya hace hace el cerebro con el músculo. tiempo que empezó el movimiento Pero si llega por desgracia el mo inicial de retroceso en la vida evo