Guardar

Paginas lustradas la en de ni0lutiva de la raza. Ahí tenéis bien Pensad en el zafiro de aquel ciecerca mi pobre Nicaragua, selvá lo, arca divina en donde guarda el tica torcaz que ante los ojos hipno sol, de día, el oro fluido de sus raticos del boa, perdió la libertad de yos; joyel en que resbala la plata su vuelo y siente que va tiene me mística de los plenilunios, y en que dio hundidas las alas en las abiertas vibran nerviosamente los luceros, fauces.
astros con almas de libélulas, libeYa no tendremos patrial El indio lulas con alas de diamante. No teNicarao debe estar llorando lágriner patria es ver mi cielo azul, y no mas de sangre, al mirar desde los poder decirle. Cielo míol, porque umbrales de su morada eterna, co ese velario inmaculado que se cumo van internándose las ferradas bría de rosas crepusculares en las botas bajo las bóvedas del bosque floralias de la libertad, será, dentro tropical, del sacro templo gótico de de poco, fúnebre sudario cubriendo, nuestros abuelos, en donde bajo el bajo los pliegues de sombra los descirio tembloroso de la estrella del pojos de una patria difunta.
alba, ofician volanderos sacerdotes No tener patria es internarnos en del aire, apurando rocío en la fragil nuestras montañas, cruzar los surlidad de las corolas, y entre el sutil cos de nuestras cementeras, sestear aroma de los floridos incensarios. la vera de nuestros ríos, y no poY habéis meditado en lo que es der decirles: mi montaña, mi huerto, no tener patria?
ni mi río; porque nada de eso nos OS ia io Tade 1en S, a, 0, ad lelo נו nlaLOS id al.
se le се to O

    Notas

    Este documento no posee notas.