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TO Paginas Ilustradas FRATERNIDADES na gr mos!
rruaje tuna nadie tener volte porta dos; de la Desgracia se presenta sobre la cal ma de nuestros remansos, tú me alientas, me escudas, me confortas, y tus pupilas, en lugar de llanto, me muestran dos abismos de Esperanza dos cielos azules y estrellados. por eso te quiero, y por sencilla, y por buena y modesta, y por dechado de todas las virtudes; sí, por eso son para ti mis cantos y todos los latidos de mi pe.
cho y todas las plegarias de mis labios. marel torcil para mos vande para desgr Tú siempre cariñosa, siempre buena, siempre con la sonrisa entre los labios; y yo siempre sombrio, siempre triste, eter namente pensativo y raro, combatiendo sin tregua ni reposo con el viejo león del Desengaño. Ese viejo león cuya melena da, sombra a los espíritus cansados; que ruge con rugidos que resuenan en los confines del boscaje humano, y cuyas garras agresivas tienen el filo agudo de pun.
zantes dardos.
Pero yo no estoy solo, voy contigo; mi lado marchas serena y apasible como un querube caído de algún astro. Viniste mi, caritativa y noble, para guiarme en las sombras del camino, para fortalecerme en mis cansancios, para darme valor en la jornada, para enjugar mi frente con tus labios, para darme perfumes, armonias, conformidad, inspiración y encantos para ayudarme despreciar el mundo y para refugiarme entre tus brazos.
Tú simbolizas mi ansiedad, tú cifras el objetivo de mi acerba lucha, tú eres nii esperanza, mi cayado, el remo vigoroso cuyo impulso surca las olas de la Vida el barco frágil y misterioso de mi Suerte; tú, compañera mía, eres el faro que sobre la revuelta marejada me señala en el término lejano el puerto donde un dia arriba remos como dos hermanos. te quiero, te amo intimamente; tú sa bes que te amo, sabes como es mi cora zón, tú misma te has asomado a él, te has asomado y te has visto en su fondo reflejada como en la linfa especular de un la.
go. Tú sabes que no miento, mis palabras son para como fraternos vasos que guardaran aromas infinitos. Sabes que para ti no tengo arcanos, ni ambigüeda.
des, ni doblez, ni nada que denote traición. Acaso. acaso no somos, alma mia, supño mio, dos hojas del mismo árbol, dos gotas de agua de la misma fuente y dos remos, también, del mismo barco? te quiero, te quiero hoy más que nunca, porque tienes un niño en el rega20, y ese niño es tu sangre y es mi san.
gre, que cual dos manantiales se juntaron; como dos manantiales que se encuentran y forman al unirse un copo blanco, un blanco copo de luciente espuma. Te quieto porque a veces, cuando el trágico buho Ra Los Pero cuánto dolor y qué poema de amargura y tristeza y desengaño nos ha tocado en suerte. Tú, mi hermana, tú.
no tienes la culpa; yo. Dios santo! 110 la tengo tampoco. Quién la tiene? él, ese monstruo, el leviatán humano, ese pulpo sangriento y miserable que exprime con sus múltiples tentáculos las arterias de todos los vencidos que en el Mar Muerto del vivir bogamos. Ese tiene la culpa, o mejor dicho, cllos, los poderosos, los avaros, esa innumera taifa de magnates, los que usurpan el pan al proletario, los que se nutren del sudor del pueblo, los altos mandarines del Estado, los que beben champaña, los que tienen sinecuras, carruajes y palacios, mientras se mueren de hambre los mendigos, y muchos padres de familia, honrados, 110 pueden conseguir para sus hijos el pan humilde del sustento diario.
Recuerdas. Una vez. no, muchas veces, de nuestro pobre hogar en el santuario no hubo lumbre ni pan, y los clii.
quillos cómo lloraban y tendian las ma nos implorando alimento; taciturno y co.
mo un loco me lancé la calle, le conté mi dolor a los extraños, toqué a las puertas de los poderosos y fuí por todas partes suplicando un pequeño favor. Todo fue en vano! Penetré lo recuerdola suntuosa morada de un amigo millonario, quien al oir mi lastimoso ruego, me contestó: Pues yo lo siento tanto, pero no puedo protegerlo ahora, porque estoy sin un misero centavo; vuelva usted por aquí, vuelva otro día. me volvió la espalda el potentado! pensar que nosotros, vida mía, ninguno ga nadie YO tama Te más ficien ES gún mari el desal Si mej 10 ic LO tants EL cura que sabe Ceta.

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