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Páginas Ilustradas re os וג lo lo an ni.
un VO za El veraneo en Puntarenas. Después del almuerzo, los veraneantes forman corrillos como este, bajo la sombra de los árboles de las calles, frente a los hoteles GALANTERIA DE UN CRIADO bizbajo el autor de la jugarreta. Su declaración fue franca. Cuando entregué el primer ramillete la señora, me dió cinco francos de propina, y como las flores sólo costaban tres, decidi repetir el obsequio todas las noches.
Me quedaban dos francos de ganancias.
Nuestros lectores pueden imaginarse el efecto que produciría la candida confesión del criado.
AR rte LAS CAMPANILLAS da Los periódicos franceses cuentan el siguiente sucedido que no carece de gracia.
Un noble ruso que estuvo en París recien temente fué una noche al teatro y se le ocurrió enviar un ramillete la primera actriz. El criado del ruso recibió el encargo de comprar y entregar las flores, y su amo na volvió a acordarse de aquello que no pasaba de ser una cortés galanteria; pero pocas semanas después, cuando se dispania ausentarse de París, recibió con la sorpresa que es de suponer la visita de la actriz. Vengo dijo ésta a despedirle y si darle de paso las gracias por sus constantes y delicadas atenciones. No merezco el favor que me dispensa repuso modestamente el ruso porque si mal no recuerdo sólo la he enviado un ramillete la primera vez que tuve el gusto de verla trabajar, hace un mes. Como exclamó la artista más asonbrada que el ruso. Si su criado me ha entregado un ramo todas las noches!
El noble toco el timbre y apareció ca Como alegres modistillas vestidas de azul y grani, se asoman las campanillas, lindas, frescas y sencillas por la entreabierta ventana.
Son mis novias y me quieren tanto que, cuando se mueren cediendo a la ley divina, para mortaja prefieren los pliegues de mi cortina.
VicToR FRENCH MATHEU DS,

    France
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