12 Paginas Ilustradas PARA DAMAS DE LA CASA GRANEL SANOS CONSEJOS Madres, quered más bien para vuestras hijas la auréola de la virtud que las de la belleza o el genio. No las alejéis de vuestro regazo, formando por vosotras mismas su primera educación; sed testigos constantes de todos sus actos impresiones, y si queréis recojer el fruto de vuestros afanes, procurad hacerlas buenas, ilustradas, prudentes y amables; siendo el amor de la familia la base de la moraliza ción de los pueblos y la mujer por si misma la base de la familia, educadla para que sepa cumplir noblemente su ministerio; que en sus manos está el porvenir de la patria y en sus nobles esfuerzos el verdadero gérnien de la virtud y de la civilización.
CORINA DE COSTALES que creemos es la que mejor lo define.
Dice así: El chic no es nada concreto. Se compone de mil pequeñísimos detalles invisibles insensibles en cuanto no están unidos. Se manifiesta en una silhouette, en una línea, en un movimiento, o en gracia de un gesto. Es semejante al alma de las flores. Es un perfume que ema.
na de los espiritus superiores y flota en torno suyo. Del mismo modo que muchas flores carecen de aroma, muchas mujeres carecen por completo de chic. Es un misterio de la creación que nadie podrá jamás descifrar.
Para unos, el chic lo sintetiza una criatura rubia, espiritual, envuelta en gasas.
que se mueva indolentemente y pase la vida soñando con los ojos abiertos. Para otros, lo simboliza un poquito de descui do en el vestir, la excesiva libertad del lenguaje y los movimientos varoniles.
Hay quien califica de chic a una mujer porque lleve unos zapatos irreprochables.
un sombrero de extraordinarias dimensio.
nes o cualquier otra cosa más o menos bonita. No; el cihe es un don que no puede subsistir más que en un ambiente de distinción de gracia y de inteligencia.
Alguien ha dicho que es un privilegio esencialmente parisiense. Yo creo que es uin don que pueden poseer las mujeres de zodas las naciones, puesto que es algo intangible que hace que unas sean mis atractivas que otras, y en todos los países se encuentra ese tipo de mujer encanta dora, no siendo seguraniente el nuestro el menos favorecido.
EL ARTE DE FASCINAR La verdadera fascinación se funda prin cipalmente en cierto hechizo sutil en los modales, en la viveza, en el temperanien.
to alegre, en ese algo indescifrable que poseen las mujeres atractivas, y que no.
sotros llamamos chic y también en la naturalidad absoluta, porque lo que más desagrada a los hombres es la afectación.
Para convencerse de lo que puede ese encanto indefinible, no hay más que contemplar los retratos de las mujeres cuyos atractivos han pasado a la historia.
Cleopatra, por ejemplo, si juzgamos por los retratos que aparecen en algunas monedas antiguas, no tenia nada de bonita, y, sin embargo, debla de poseer poderosos atractivos.
Otro punto que olvidan con frecuencia las mujeres que quieren fascinar, es la cultura mental y la necesidad de tomarse un inteligente interés por las cosas del día, por el arte y por la literatura.
Ad Cong arreg do er Mr.
14, el por: DE LA MUJER Por feas que sean las mujeres, siempre les da gusto oir que las llamen hermosas.
Cerutles.
Las mujeres se hallan tanto más dáspuestas a los celos, cuanto que saben, por experiencia, que la fragilidad de su sexo es la que hace la inconstancia del nuestro.
Ricard.
Generalmente, no se cuenta la primera galanteria de las mujeres, hasta que tienen la segunda. La Rochefoucauld.
ce si cons día se Nusta Cong y gui Patri: EN QUE CONSISTE EL «CHIC Una revista extranjera ha publicado una enquête sobre en qué consiste el chic, dan do lugar una infinidad de cartas llenas de gracia ingenio. Entre ellas hay una LO quier