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Páginas Ilustradas IS BLASON Para In Condesa de Peralta el motivo de aquel sangriento drama en que se habían hundido sus padres, sus excelentes padres, y la huida de su madre se había clavado en su corazón como un dardo de fuego que le atormentaba sin cesar. Si ella era inocente, por qué huyo. por qué, en vez de fugarse, no permaneció en su casa para atender a sus necesidades, y para llorar con él la desgracia ocurrida su padre Ya los catorce años, Rafael María se proponía sí mismo cuestionarios como ese, cada nueva interrogación que se hacia era para él un nuevo indicio de que su madre era culpable, de que habia obrado como una mujer desnaturalizada que no había tenido para él ni siquiera un sen.
tiniento de conmiseración.
Estos sucesos causaron en aquella pobre alma de niño un cambio radical; tornose triste y melancólico. Ya no jugaba como antes, con los chicos del pueblo que le miraban. el lo creia asi. con malos ojos. Era el hijo de un asesino y de una mala mujer: se retraia siempre de su compania; veces sentia una necesidad imperiosa de aislarse, de desahogarse solo, y cuando terminaba sus quehaceres en la casa del cura, se escurria hacia la iglesia, metiase en un oscuro camaranchón que quedaba detrás de la sacristía, un verdadero escondite. Alli, solo, entre andas desvencijadas, entre estatuas de madera desvestidas, que enseñaban el armazón, los palitroques del busto abajo, entre esos mil cachivaches que se sacan de la sacris.
tia para que no estorben, dejaba pasar el tiempo curioseando, trasteando, sacando de entre la basura algún ramo de flores de trapo, cuyos alambres arreglaba, estiraba y componia, para hacerlas servir en algún portal o altarito que ideaba. Otras veces se sentia acometido de una profunda tristeza, y allí, delante de algún San Juan de carita azulada, como quien acaba de rasurarse, o Trente a algún San Pedro lloron, o ante el compungido rostro de una Dolorosa, solta ba a llorar con honda amargura, con pro funda desolación. Después de esos acci dentes parecidos a los de un neurastenico, se arrodillaba ante cualquier imagen y re.
vaba, rezaba con fervor, con una unción mistica digna de San Luis Gonzaga. Luego que rezaba, sentiase tan tranquilo, tan sereno, con tal dulzura en el alma, que muchas veces se preguntaba sonriendo, casi ad mirado: qué tonto he sido! por qué lloro El olímpico cisne de nieve Con el ágata rosa del pico Lustra el ala eucaristica y breve Que abre al sol como un casto abanico.
En la forma de un brazo de lira del asa de un ánfora griega.
Es su cảndido cuello que inspira Como prora ideal que navega.
Es el cisne, de estirpe sagrada, Cuyo beso, por campos de seda, Ascendió hasta la cima rosada De las dulces colinas de Leda.
Blanco rey de la fuente Castalia, Su victoria ilumina el Danubio; Vinci fué su barón en Italia; Lohengrin es su principe rubio.
Su blancura es hermana del lino, Del botón de los blancos rosales del albo toisón diamantino De los tiernos corderos pascuales.
Rimador de ideal florilegio, Es de armiño su lirico manto, es el mágico pájaro regio Que al morir rima el alma en un canto.
El alado aristocrata muestra Lises albos en campo de azur, ha sentido en sus plumas la diestra De la amable y gentil Pompadour.
Boga y boga en el lago sonoro Donde el sueño los tristes espera, Donde aguarda una góndola de oro la novia de Luis de Baviera.
Dad, Condesa, los cisnes cariño, Dioses son de un país halagueño hechos son de perfume de armiño, De luz alba, de seda y de sueño.
y RUBÉN DARI NAUFRAGIO Con el ramo de olivo la paloma alegre volvió al Arca; de mi pecho salió jha mucho tiempot volando la esperanza, y al cruzar el diluvio de mi vida en donde naufrago mi pobre barca, en su demencia ciega el huracán despedazó sus alas, y en vano ha mucho tiempo que la espera con ansiedad el almal LUIS FLORES Heredia,

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