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Páginas Ilustradas EL REINO DE LAS ALMAS La noche amorosa sobre los amantes tiende de su cielo el dosel nupcial.
La noche ha prendido sus claros diamantes en el terciopelo de un cielo estival.
El jardín en sombra no tiene colores, y es, en el misterio de la obscuridad, susurro el follaje, aroma las flores, y amor. un deseo dulce de llorar.
La voz que suspira, y la voz que canta, y la voz que dice palabras de amor, impiedad parecen en la noche santa, como una blasfemia entre una oración.
Alma del silencio, que yo reverencio, tiene tu silencio la inefable voz de los que murieron amando en silencio, de los que callaron muriendo de amor.
De los que en la vida por amarnos mucho, talvez no supieron su amor expresar!
No es la voz acaso que en la noche escucho V, cuando amor dice, dice eternidad. Madre de mi alma. No es la luz de tus ojos la luz de esa estrella, que como una lágrima de amor infinito, en la noche tiembla: Dile la que hoy amo que yo no amé nunca más que a ti en la tierra y desde que has muerto sólo me ha besado la luz de esa estrella. Madre de mi alma: yo no he amado nunca más que a ti en la tierra, y desde que has muerto sólo me ha besado la luz de esa estrella!
JACINTO BENAVENTE

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