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Paginas Ilustradas Oh Poeta. yo he sentido que explosionan en mi pecho los sollozos de tu alma: y en mis noches de amarguras indecibles, en mis noches de dolientes olvidanzas, he vagado en periespiritu por las órbitas astrales, por las ondas espirálicas de ese mundo ultraterreno de intangibles envolturas, donde es fama que se han ido los que han ido buscar en el silencio el Imperio de las Almas. he llegado hasta los cereos del Empireo luminoso que fué el norte de tus (ansias, suspendido en la cadena torturante de mis duelos, por los igneos escalones de mis luchas y mis lágrimas. WARY PARIS Esta noche, esta noche tenebrosa de recuerdos, de amarguras y nostalgias en que al borde de la tumba, en la tétrica morada de los muertos he vivido en el silencio de las losas muchas horas y muy tristes y muy largas.
impregnando con mis besos ese túmulo implacable donde duerme mi adorada, oh Poeta, cuán inútil con mis gritos de tortura, el auxilio de tu sombra con mis gritos invocaral. Fui cobarde: senti débil que mi mano temblorosa despreció la fria arma con que tú desde lo alto me invitaras al suicidio, al suicidio que amoroso te cubriera con sus alas. OSCAR PADILLA IMITACIÓN DE SILVA (Al oido de Emma)
Reproducimos la siguiente composición por haber salido en el número anterior con una crnuta.
ra, AÑO NUEVO!
Escuchando los sollozos de tu lira, en mi alma se produjo ese misterio de las cosas infinitas que despiertan los recuerdos de suspiros y de lágrimas con que ei tiempo, y el olvido, y la tumba, y la distancia llena veces nuestros ojos En mi vida también hubo noches de oro en que el ámbar de la Luna, esa reina de los cielos infinitos, por los mundos siderales de mis sueños se espaciaba, diluyéndose en encages cual disuelve sus burbujas en las copas de Bohemia el heráldico champaña. otra senda, cual la senda por do fuiste con tu amada, recorrí también alegre, recorrí también dichoso bajo el velo misterioso de mis ansias, y sintiendo muy de cerca el aliento de perfumes de mi virgen adorada.
Cuánta dicha el Angel Bueno esparció sobre mi senda, mientras, canto y trino, oíase el susurro de sus alas. Cuánto amor bajo el velario de la Luna que de efiuvios y sonrisas nuestra senda embalsamaba!
Al literato costarricense don Alejandro Alvarado Quirós.
La aurora anuncia con el dulce trino con que las aves pueblan el ambiente.
el celestial saludo del Oriente, que ofrenda un bello rayo matutino.
El caminante busca su destino lleno de dicha, y vida floreciente: abriga la esperanza, firmemente, que la fortuna brille en su camino.
Por más que luche con la suerte impia muy rico fruto de su buen labor el hombre siempre de la vida ansia; y, aunque el futuro sea la noche fria.
para el mortal es signo halagador el contemplar la luz de un nuevo día.
OTONIEL FONSECA RE

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