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II Páginas Ilustradas PARA CUADROS TICOS(0)
BILLO ZELEDÓN La campesinita toda ruborosa viene pa la ermita mona y presurosa.
Viene con gran prisa de llegar en hora de alcanzar la misa de Nuestra Señora.
Al pasar la mira, dulce es su sonrisa, la niña suspira al entrar misa.
El mozo en la esquina se queda orgulloso y en mirar se obstina su andar saleroso.
Viene colorada como una manzana porque está picada de sol de la mañana.
Toda ruborosa, timida y turbada, con los pies de rosa, la falda engomada.
Sonrie satisfecho y tose y se agacha porque va en el pecho de aquella muchacha.
El solo le dice. cómo estás, Leonory ella le responde: muy bien, Nicanor. Los fustanes blancos.
los ojos ardientes, sus modales francos.
sus labios sonrientes, Pasa ligerito entre mozalbetes que bajo el higuito se echan cuenteretes.
Pero ellos se miran con ardientes ojos; sonrien y suspiran y se ponen rojos.
Él le dio un pañuelo que dice: imi amori. ella miró al suelo llena de rubor.
Uno muy coqueto se asegura el pita y mira discreto su banda nuevita: Toma una postura de lo más decente pues esa creatura es el pretendiente.
Aunque no comprende del letrero nada, se turba se enciende toda enamorada. asi turbada ella y Nicanor sin decirse nada, se mueren de amor, GILBERTO GIL

    José María Zeledón
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