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Pigemas Mustardas LA MADRUGADA Necio y digno de mil quejas el que roncs sin decor cuando el sol con ruvo de oro da en las domésticas tejas. Puede haber cost mas bella que de la arrugada cama saltar, y en la fresca grama del campo estampar la huella: Campo digo: porque pierde la mañana su sonrisa en no habiendo agreste brisa, mucho azul y mucho verde, No hay que gozarla en ciudai: en todo horizonte urbano se estacion de antemano triste pavorosidad.
Luego red to editicia alto, serio. Angusia dan cl alba, el sol all stunt como sacados de quicio, No: vole de andar mis anchas una campina florida por ver del alba querida Verla en Oriente lucir disifana, rosada, bell: como un: casta doncellat que enamora al senreir.
Yo no sé como las ciheza tan interesada titi que no ame, iar cd, la hermosa naturaleza Vedla rejuvenecerse, vedla rodar con el rio.
baillar pura en el rocío, con los árboles mecerse: Arrastrada en el reptil.
fiera alzada en el bruto dulce en el colgado fruto, risucna en la flor gentil.
Ob. Dios!. alli en mi niñeces antes de brotarnie el bozo.
con qué sencillo alborozo vine ver esto mil veces: la una errante mariposa con su matiz me atrain va olvidado me ponia contemplar una rosa.
Siempre alegre, ya se ve: nunca entonces cavilaba.
ni mis cejas arrugaba algún triste no sé qué.
Después, como entré en mis anos, como vi una hermosura, tuve por triste locura ver sol, montes rebaños.
Qué ingrato fui! Pero bien se vengo Naturaleza: aquella ingrata belleza olvidóme con desden.
Verti un mar de llanto: el alma no se me hallaba sin ella.
al fin una amiga estrella du lisey me puso en calma.
Oh, que dolor tan agudo os olvidar. Pero al cabo, Totes los gritos de esclavo, curme el medico mudo.
El tiempo. el tiempo veloz, te tille tidestras cabezas de blanco, Lintas bellezas dejt sin luz y sin roz.
De entonces acá me place ver lit escena matutina segunda vez. medicina celestial que me relace.
Con todo, mis cicatrices se ensangrientan, y suspiro en donde quiera que miro os amadores felices. aun con menos ocasión: si oigo el susurrar alterno de dos palomas, en lo interno se me angustia el corazón.
Si en un ramo miro solas dos aves cantar querellas, si relucir dos estrellas, si rodar dos mansas olas, Si dos nubes enlazarse por el érer perderse, si dos serndas una hacerse, si dos montes contemplarsc, Me paro, con ansiedad recuerdo que si nadie adoro; miro tanto enlace lloro mi continua soledad.
JOSÉ JACINTO MILANES Gran peta culo, muertos de noviembre de 1863

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