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14 Páginas Ilustradas merca provis estas prado tes en do tod diverti puche sions guetes lo roto tein, tia, ha: de mi me gr alla fu de grit gular demostrará sus anhelos. Desarrollado el movimiento, se le verá correr, saltar, entregándose con verdadero deleite a la gimnasia de todo su organismo. Un árbol, una piedra cualquiera, un papel son objetos que llaman la atención a los niños y asuntos diversos para sus movimientos y acciones.
El juego es una necesidad, es una fuer za de una potencialidad extraordinaria, puesto que modifica el caricter y arregla el espiritu, fuerza que debe aprovecharse en la educación y perfeccionamiento del individuo.
El doctor Gulich, estudiando el caricter de los juegos, atendiendo la naturale za de las actividades, los divide en cinco partes, todas ellas distintas.
En la primera infancia, que comprende desde el nacimiento hasta los tres años de edad, la criatura, dice, gusta de hacer cosas sencillas, tales como producir ruidos con papel, jugar con una pelota, agarrar objetos y dejarlos caer, jugar con el agua cuando se bañan, con las borlas de la col.
cha cuando están en la cuna, etc.
Segundo período, de los tres los siete años: se entretienen con hacer reconstruc ciones con palos, piedras, etc. poniendo sencillamente unos sobre otros los objetos en hilera, subir las escaleras, Cruzar los peldaños ligeramente, subir a los árboles, hacer muñecas, etc.
Tercer periodo, de los siete a los doce años: apasionadamente por las muñecas, y por los hogares en miniatura, tratando de imitar lo que hacen las personas mayo res. los diez años termina la pasión por las muñecas y comienzan a cargar a los nenes. En América, esta edad comienzan las niñas a demostrar el sentimiento de la maternidad. Hemos tenido ocasión de comprobarlo en numerosos casos.
Los varones juegan con herramientas, hacen sus trompos, construven barquitos de papel o de madera, sillas, etc. juegan la gallina ciega, al escondite; dan voltere tas imitando el clown del circo, etc.
Cuarto periodo, de los 12 los 17 años: la época de las asociaciones; juego de ba se ball, de cricket, foot ball, etc. les agra dan las aventuras y los descubrimientos.
la caza, la equitación, la natación, etc. Es.
ta es la edad de los ensueños: se goza, se vive con el azoramiento de la alegria.
Quinto período de los 17 los 23 años: juegos de lucha de pugilato, como el boxing, el del sable, el del florete, etc. etc.
Al comenzar el desarrollo de la individualidad deben impulsarse y aplicarse con venientemente los modificadores que han de contribuir a su perfeccionamiento. De otro modo, si se suspende esa ley de re novación y movimiento, los afectos se en tibiarán, las emociones y aun las percep ciones terminarán en una reducida estan cia de sensibilidad y la vida de energía se rii un fracaso.
Es indudable que el juego multiplica las percepciones y desarrolla la facultad de la investigación, Crear, producir, que felicidad para el niño, dice Michelt. Yen efecto, io hay alegría tan grande para el chicuelo como la de creerse dueño de una cosa construida por él, bajo una iniciativa propia. Le gusta también aniquilar, con el deseo de una meva satisfacción, al descu brir las partes componentes de un objeto.
Esa mania de destruir tan común en chicos como en sujetos mayores el deseo de conocer el mecanismo de un muñeco que hablar de un vaporcito que corre, abre un proceso interminable y curioso: esa gracia de destruir y de reconstruir, es sin duda la obra de una persona que piensa va y que puede hacer lo que ve hacer los otros; abre también un cauce la normalización del pensamiento, haciéndo se la primera reflexión de su responsabili dad personal Un caso muy divertido nos cuenta Goe.
the en sus memorias. Habia, dice, un hornill uno tr tinuab: VO est nándol estaba Otra cina turalm pectácu nia de tras oti mente les no en la 11 de arra que de prohib En e misma de el en un Los querer cupaci ben ju las llo qu duccio

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