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6 Paginas Ilustradas so, distinta fuera su suerte; no continua.
rian atados a las cadenas de la animalidad y de las pasiones malsanas que los políticos profesionales, con la bajeza y la intriga, por látigos, se interesan en conservar para su propio provecho, para hartazgo de sus nefastas ambiciones y de sus odios, violando de esa manera, con torpe inso.
lencia, la majestad de la República que no reconoce más púrpura, ni más títulos de nobleza que el mérito y el trabajo honra do.
brias inquietudes. y detenido en la ribera de sus tempestades.
Un generoso deseo de elevar tu pa tria, de engrandecerla, te llevó a tomar las riendas de su Gobierno, pero a favor de los relámpagos resplandecientes de tu hidalguía y de la pureza de tus intenciones, viste, rodeado de las brumas revolucionarias, tan negras y caóticas las sombras que se formaban en sus recónditos replie.
gues, que una enorme decepción se clavó en tu pecho y no pudiste más. Recogis.
te el manto de tus virtudes y volaste otras regiones como el cóndor de que nos hablara nuestro extinto poeta Troyo en uno de sus más preciosos simbolos como en busca de una aurora nueval. asi fue tu arribo a Méjico, un crepúsculo na ciente comenzaba surgir de los escom bros de un despotismo largo, la libertad iba a dar uno de sus frutos difíciles.
Pero ello te cubrió de más pesadum.
bre. y como un roble gigantesco de tristeza, caiste al fin, haciendo estremecer las montañas de los afectos que si tu alrede.
dor se habían formado, y que desde entonces quedaron envueltas de luto y de tiniebla dolorosal Caiste! Pero tus acciones forman marco de oro para tu recuerdo imborrable: tus obras son de laurel, de estrella y despi.
den luz moral.
Una postrer reflxción me detiene el pensamiento: Llegaran comprender los pueblos que son los hombres de virtud enérgica y aceruda, de cultura y de inteligencia los que sostienen la vida y la impulsan al progreUna guila poderosa, de mirada audaz. la inteligencial morando sobre las in.
quebrantables cimas de una roca de cristal: la virtud. todo bajo un fanal de infinitas tenuidades. los ensueños, las aspiracio.
nes ideales. He aquí un símbolo que podria servir de enseñanza la mente rusti.
ca de los pueblos.
CLAUDIO CASTRO SABORIO Junio de 1911. Un cazador, persiguiendo di una per.
diz, acababa de atravesar una arboleda, encuentra con un labrador (baturro. al cual pregunta. Ha visto usted, buen hombre, pasar volando por aqui una perdiz. Una perdicita roja, verdad?
Si. señor.
Que paice qu iba herida del ala de.
recha, ehi Sí, señor.
Que pace que volaba hacia alla verdad Sí, señor. Miusté, pues. no la hi visto. La Costarricense. Fábrica de Sellos de Caucho Dirigir las órdenes su propietario y fundador TEÓFILO SIBAJA Alajuela, Costa Rica La única premiada. en este país.

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