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Priginas Nuestra las que amaba y lo que aborrecia. Juan se inclinó y con ambas Aquel abrazo cra como una absolu manos tapó los ojos la yegua ción.
mientras la espoleaba frenético. El Después aflojó riendas y clavó animal relinchó de dolor, encabri.
las espuelas en los sangrientos ija tése y saltó al abismo.
res de la yegua.
Hubo un momento de silencio. Arza!
al que siguió un golpe sordo. Des el animal arancó al galope por pués, nada.
la pelada planicic que limitaban La paz de la noche, que turbara algunos peñascos.
la cabalgata de Juan, reinó otra vez. Corre. Corre. Más. Asi! en la montaña.
Un picacho. Otro. Un barranco. la luna continuó brillando en Una loma. La vegua corría siempre. cl palio azul del cielo y derramanJuan miraba las estrellas.
do sobre las cosas su luz serena.
De pronto apareció entre dos rocas un agujero negro, uva hendi.
FABIÁN VIDAL dura, una raja de lisas paredes.
lalderen VINTA ESTEROR 111 HERMOSA IGLESIA DE PALMARES

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