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S Paginas Ilustradas LA TRISTEZA DEL INVIERNO de las eternidades, de que hablaba Carlyle!
Tristemente, con los ojos húme. Cómo cambia el mundo en la dos, miro caer el agua.
tortura infinita de las desolaciones! pienso que los seres y las co(Huérfano de tu cariño oh, masas que me rodean, sienten como dre mia, todo para mi está enfermo, yo una honda desgracia.
y en la angustia de las horas que se ¿De qué Jordán del cielo, de qué seceden, sólo tu nombre se escapa milagrosa fuente remota llegan a la de mis labios y se convierte en oratierra las ondas bautismales del in ción. vierno? Ondas frías y largas, inti Entre tanto, ha cesado de llover.
mas ondas que se deshacen con el El ala de una golondrina roza mi gesto de una pena ignorada? puerta; y allí, en La Montañita, so¿Por qué se sufre una vasta con bre el verdor del follaje, desfilan goja cuando las nubes pasin, negras cien copos de neblinas; y el viejo y fúnebres, y se oye interva Picuchu, que cantara en mis versos, los. la música de los tambores parece que bostezara y desperezara del vacío?
sus músculos entumecidos por el Qué misterio, qué profundo se cansancio de los años.
creto se esconde tras el fino cristal ¿Por qué es triste el invierno?
de la lluvia que trae mis infor. Por qué la ilusión, como pájaro tunios una nota más de dolor. zahareño, se embriaga en el azur y Mientras el agua cruza las calles, nos deja solos, en un abatimiento arrastrando los ripios de las expuer extrahumano?
tas, y un piano, lo lejos, esti di Quién sabe. La naturaleza es ciendo una romanza, mi corazón única invariable en sus designios; desentierra sus muertos.
y así como hace florecer los árbo¡Cómo duele, cómo ennegrece les, y cubre de belleza los bosques al espíritu el recuerdo de los días trémulos de nidos y de frutos y que fueron!
ve en la unanimidad de los astros ¡Cómo la sombra de un amor, la armonía universal, así también, perdido para siempre, nos lleva cuando se marchita la esperanza, de pesadumbre y de lágrimas!
arroja sobre los hombres el invierno ¡Cómo la dicha que se va, que del alma, trágico invierno que des 110 vuelve nunca, hace pensar en la lie sus aguas sin detenerse nunca, muerte, por quien Madama de Se. jamás, en el cauce de las heridas sin vigné odiaba la vida, y por quien término.
ADÁN CANALES.
el alma asciende a la confluencia Tegucigalpa, 1911.

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