Guardar

PAGINAS ILUSTRADAS 15 Parrafillos Literarios Doll LVA ENTIST ella deja ver con toda claridad cómo se han di fundido entre nosotros las ideas independientes desde que el Macstro, hace ahora treinta años, levantó su tribuna de combate, alrededor de la cual sólo se veian unos pocos jóvenes, frente a frente de la teocracia. Comparemios, sino, el punto de partida, con el término de la jornada. 1882 con 1911 Provocado por sus lecciones y por sus iniciativas, produjose entonces un activo movimiento de ideas entre los jóvenes que despertaban la vida intelectual: se oia con avidez i todas horas al Maestro, se leia, se discutia se escribia; aquel cenaculo de escogidos acabó por fundar um pe.
ridico: se llamaba Un periodico nuevo. la lectura de Un drama neto había dejado avasalladora impresión en todos los animos, de ahí el nombre. ese periódico, que contiene tal vez la producción más brillante de nuestra incipiente literatura na.
cional, no sólo publicaba los trabajos de aquella bohemia naciente, sino que también se trababa en discusiones ardorosas con las gentes de sacristia, que, con su clara penetración del peligro, vefan avanzar hacia sus posiciones mediovales, en ese grupillo insolente, la cabeza de la horda fuNTICO Comparemos La manifestación de que en dias pasados fue objeto el Dr. Zambrana, al conocerse la brusca determinación que de marcharse habia tomado el maestro insigne. puso en evidencia de moda elocuente el cariño que por él experimentan cuantos son los pensadores del país, discípulos suyos o no; pero ese acto grandioso dió también la medida del terreno que en nuestra patria han ganado las ideas liberales. Porque serit error entender que aquella multitud agasajaba única o principalmente en el profesor al literato que con llave de oro había abierto a todas las mira das el santuario de la belleza, en el cual no suelen oficiar sino los escogidos, que, naturalmente, sólo se hallan en corto número, por más que todos los hombres seamos suceptibles de sentir, en parte minima siquiera, el placer estético.
No podia decirse, por consiguiente, que aquella muchedumbre se compusiese de intelectuales ganosos de rendir pública y ruidosa pleitesia al artífice de las letras; no, aquella masa se componia de hombres que, conducidos por el maestro, por el tribuno, por el escritor, por el periodista, han logrado independizar su pensamiento de las trabas que nos encadenan a los despotismos tra.
dicionales. Para mi es ésta la parte más her mosa, más útil, mas trascendental de la labor realizada en treinta años de difusión y de brega por el maestro ilustre y querido; porque nunca aparece la personalidad humana tan conforme con lo elevado de su carácter como cuando aparece despojada de preocupaciones y de prejui.
cios; porque si es verdad que a las veces nos vemos forzados a vivir en situaciones de humillante y odiosa dependencia, teniendo que ahogar entre nuestras propias manos, como un importuno que grita, las reivindicaciones de nuestra natural altivez, no hay, en cambio, mo mento alguno de nuestra vida interior en que no sintamos realizarse plenamente la soberana in: dependencia de nuestro espíritu, y ya es libre en 10 más esencial de su vida aquel cuyo pensamiento no se encuentra supeditado a potestades imaginarias.
Indudablemente, por donde quiera que se mi re la manifestación que vengo refiriéndome, SA tura.
Fue también en aquel periodo vibrante y fe.
cundo cuando el Dr. Zambrana llevó a la escena del Teatro Municipal. nuestro teatro de enton.
ces. un arreglo del francés titulado Eugenio Arin. muy sencillo, sin complicaciones efectistas, como esos dramas que hace ahora Capus; pero en que, además, los protagonistas hablaban un lenguaje de sin igual hermosura poética. Con este motivo se dispuso darle un banquete al Dr.
Zambrana, en quien sus admiradores y amigos deblamos agasajar juntamente al artista, al pensador y al maestro La idea se llevó a cabo y el banquete le fue ofrecido por las siguientes personas: Ricardo Jiménez, hoy Presidente de la República, Cleto González Viquez, ex presidente de la República, Juan Venero, Juan Fernández Ferraz, Faustino Víquez, Pio Viquez, Angel Anselmo Castro, José Monge Reyes, Miguel Tapia y el autor de estas líneas. el último de todos, hasta por la edad. Ya lo veis. éramos sólo diez los que en 1882 hacíamos al Maestro ese agasajo Intimo, familiar, sin resonancia ninguna.
TAL entral or ntos Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica

    Notas

    Este documento no posee notas.