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PÁGINAS ILUSTRADAS La República de El Salvador Continuación.
Epitome geografico escrito para Payina: Vlasimlas, con motivo de las fiestas del Centenario que van a cfectuarse en la República bermana, por el Profesor don Luis DOBLES SEGREDA Hidrografía En sintesis general, El Salvador tiene sólo una vertiente, puesto que no puede echar sus aguas más que al océano Pacifico.
Corren por el litoral numerosos riachuelos generalmente despeñados y llenos de rápidos y cascadas que arrastran su escaso caudal de aguas lo largo de caprichosas y pintorescas quiebras.
Su curso es casi siempre irregular debido a la constante modificación del suelo y con frecuencia depósitos de lavas que obligan esas corrientes variar su rumbo.
Entre esos rios, muy numerosos por cierto, descuellan el Río de la Paz, en la región limitro.
fe con Guatemala, el Izalco, que baja de las fuldas de aquel cerro y atraviesa de medio medio cl departamento de Sonsonate, y el Jiboa, que nace muy cerca del Cojutepeque, corta la montaña faldeando las serranias que se alzan entre la orilla del llopango y el volcán de San Vicente para y ir por fin echarse en el punto llamado La Concordia, a la salida del half de Jaltepeque.
Se encuentra despues el río principal de El Salvador y uno de los de consideración en todo Centro América: el Lempa.
El Lempa tiene sus fuentes en territorio guatemalteco, en el departamento de Chiquimula, donde una serie de arroyos pintorescos situados y brotados en diferentes lugares van uiéndose para formar el río. Corre primeramente hacia el Ya recorriendo vegas plantadas de arroz o tri go, ya rompiendo dificultosamente terrenos rocallosos probablemente de formación plutoniana, Entra por fin en El Salvador por el lado norte de la laguna de Güija. Pronto le cae el primer tributario que le trae las aguas de esa laguna.
Aumentando ese caudal, le llegan también las aguas de los numerosos riachuelos que bajan serpeando del circulo montañoso que rodea la referida laguna; entre esos riachuelos es de notarse el Ostúa, que viene de Guatemala.
Según Reclus, la laguna de Güija es una de esas cuencas que las masas de lavas y las erupciones de cenizas han privado de desagüe directo hacia el mar y se han visto obligadas a buscar otra salida agregindose una nueva cuenca hidrográfica.
Después de esta confluencia, el Lempa discurre buscando un notable paralelismo con las costas por el centro de un valle ancho y fértil que se abre entre la cadena de Honduras y la espina volcánica de El Salvador.
Es éste un rio caudaloso y extenso, su curso se acerca a los 300 kilómetros y echa al mar, se gún el cálculo de Max von Sonnensterm, un promedio que varia entre 496 y 714 metros cúbicos por segundo. Su anchura, que apenas alcanza en Citali unos 40 metros, se aumenta en extremo hasta llegar a tener en la desembocadura 60 metros y una profundidad media de metros.
Pudiera el Lempa ser una excelente via de comunicación si fuese adaptable la navegación, pero la enorme cantidad de sedimentos que arrastra ha formado en su boca una extensa barra que a veces se encuentra apenas a un metro y medio bajo el nivel del agua, no dando de este modo paso más que lanchas de pescadores que viajan por el en constante búsqueda de pescado, alll de excelente calidad.
Su curso es lento y sereno en gran parte, casi en su totalidad, porque recorre un valle bastante plano cuya altitud desde unos 55 o 60 kilóme.
tros adentro de la boca, gran trecho por cierto, apenas alcanza 3 metros sobre el nivel del mar, preparindole de ese modo un lecho cuasi hori zontal. Entre los tributarios que aumentan el raudal del Lempa deben citarse el Sumpul, el Toca y el Tonoli, que vienen de la región de Honduras y que son los de mayor caudal. Al sur de esas grandes ramas que forman con el resto del río como un inmenso arbol, numerosos afluentes de menor cuantir le llegan a uno y otro lado.
Merecen mención entre otros el Bilhuapa y el Sesori, que le llegan casi a la misma altura y en direcciones completamente contrapuestas.
Después del Lempa sigue bajando de Ins montañas una sucesión de rios despeñados y poco caudalosos, por mucho que durante el invierno aumenten prodigiosamente el rollo de sus aguas Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica

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