14 PÁGINAS ILUSTRADAS La mayor galanteria (Se suplica al bello sexo leer)
Emilio Hureau es autor de unas confe reció en medio de una sociedad todavía rencias dadas este mismo año en París y mal preparada.
publicadas luego bajo el título de El Secreto del Universo ante la Ciencia Oficial.
Se trata de algo profundo: la constitu He aquí algunos párrafos, que traduzeo ción del Universo, bre la cual franca en honor del Bello Sexo.
mente, nada trascribo, por temor un «La obra genial de Clemencia Roger desmayo de nuestras bellas lectoras.
es de gran auxilio para el Femenismo.
El conferencista, después de agotar sus El descubrimiento cientifico de las investigaciones científicas, medio desescausas primeras no ha podido efectuarse perado de dar con una satisfactoria expli por todos los cerebros masculinos reunicación del mundo, encontró el libro de dos en todos los laboratorios. Desde Kant una mujer, Clemencia Royer, y en ese Augusto Comte han declarado que el libro la serie de ideas más completa, sóli hombre no levantará ese velo jamás da y decisiva acerca de un problema tan pero se olvidaban de la mujer.
confuso cuanto grave. Las conferencias Ya sabemos los embrollos chinos en fueron una explanación de esas ideas. que estos caballeros seguirían agitándose, Clemencia Royer dice Hureau ser: creyendo de su deber sepultarse con sus proclamada más adelante como uno de propias manos bajo inconsistentes edificios los mayores genios que hayan cúnocido de iones y de electrones y perecer bajo los los siglos: a los veinte años traducia famosos bombardeos moleculares, si CleDarwin y lo daba a conocer en Francia; mencia Rover no hubiese venido esconse asivnilo todas las ciencias en toda su brar en tales desquiciamientos para sacar profundidad, desde las Matemáticas la la luz el ATOMO FLUIDO, motor Astronomia, de la Química a la Biologia, universal de todos los fenómenos.
de la Fisica la Geometria. Pasó sesenti Vamos! señores cómicos del galanteo, años trabajando encarnizadamente, sola que habéis trazado sobre esta mujer la en una modesta vivienda, y consagró su cábala del silencio, llenándola de alusiofortuna y su existencia a un descubri nes despectivas para alejar los espiritus miento llamado tener más resonancia de la lectura de sus obras! Es curioso sinque el de Galileo embargo ver con cuinta bajeza lleváis Clemencia Royer reunió todos los co ramos las cortesanas, salpicáis de manocimientos: podía ser profesora de Físi drigales estúpidos las faldas de las prostica, de Matemáticas, Filosofia, Geometria tutas y hacéis corbetas y grotescas con6 Biologia. Por eso le fué dado efectuar torsiones delante de las mesalinas en los un trabajo colosal que por desgracia apasalones de Steinheil.
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