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PAGINAS ILUSTRADAS 15 ranza.
No Baudril.
paterno, de caras. ahora Patria, los Asi parece.
roso y el salta y se el Capida de ca y negros, soles, y abio.
no y una el pecho.
aclaman sa y grita de oro va a ser abofeteado por una horda ira; el cielo azul, como un palio de espede bandidos. Somos jóvenes y bravos, no llevamos sangre de malsines, nuestra raza Un Teniente se acercó al abanderado es de cides, no desmintamos el grito de que parecia sonimbulo.
la raza. Luchamos por la justicia. Las ce. Eh, muchacho! y le dejó caer una nizas de nuestros mayores profanadas nos mano sobre el hombro.
ponen las armas en la mano. quién se Mi Teniente! Dijo poniendo cara de atreve botarlas?
asombro y se llevó la mano la gorra con Nuestras madres son de estirpe esparta ademán gracioso.
na, les oímos decir. hijo, con el escudo. Estás con miedo? sobre él. seamos dignos hijos de tanta ¿Yo? No.
abnegación sin embargo.
Nuestras novias están tejiendo laureles Diga Ud.
y haciendo escarapelas: ganémoslas victo No has aplaudido al Capitán.
ria tras victoria Esos perros de nuestros enemigos luchan. Ni un sólo viva. por bajos egoismos, por mentidas injus. No sé gritar.
tas tiranías, y las malas causas se derrum. Aprieta. Eres un muñeco entonces?
ban por su mismo peso.
Otro oficial llegó si morimos Soñó alguno muerte Tiene cara de señorita.
más hermosa que la que llega entre el lu. habla como una niña mimada.
mo de los cañones y el canto de los cla. qué guapa serias si fueras hembra, rines? Faltará acaso un jirón de la bande dijo un tercero dándole una palmada en ra para arropar nuestros cuerpos? la mejilla, luego agregó: aunque esa nariz.
Ah! lo adivino y me regocijo: no hay no tiene nada de atrayente.
uno sólo de vosotros que tenga sangre El abanderado miró con aire de despremenguada. La sombra de nuestros padres cio y quiso retirarse.
nos anima, los hijos de leones serán tam Una última frase le detuvo.
bién leones. Viva la Repúblical Habrá que quitarte la bandera, Una aclamación estruendosa, un aplau Se dió vuelta con todo el énfasis de un so y un grito atronadores ahogaron las general.
últimas palabras del Capitán. Eso no, soy más hombre que todos Era una ebriedad sublime, mezcla de vosotros juntos.
lieroísmo y de locura.
Los oficiales soltaron el trapo reir. Es un bisoño, dijo uno. Se ha enganchado ayer, añadió otro.
III Debe de ser un maricón, habla como una señorita.
Un muchacho de gallarda apariencia, El muchacho se había alejado.
con ojos secreteadores y mirada halagüc El Capitán conversaba con otros miliña, fué el único que no aplaudió. Asido cianos en un grupo, echados bajo un árá la bandera que llevaba permaneció mu bol; al pasar oyó el abanderado decir aldo, como si aquella agitación no le envolviese. Pues cualquiera lo diría, Capitán.
Los soldados se disgregaron. Es tan fácil equivocarse, contestó el El sol cstaba rojo, como encendido en aludido. Amalia no ba querido siquiera su tropa fon. en sus pero nos reina la este cielo cu ayuda; cmos su gunas frases: ese astro Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica

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