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PAGINAS ILUSTRADAS 15 Quirós al rela sperienodigioos, linen proexordio pria, los aceptailón coá la faia meti causa Inglateones la sus SO Algún día sabrin Uds, quién soy yo indios hacia Túnsula (la casa redonda. y por qué he obsequiado esta piedra al residencia del extinto rey. Yo me ví tamCzar de Rusia. Mientras tanto basteles sa bién obligado a seguir la corriente, pues ber cómo llegó mis manos.
deseaba ver el ceremonial y los ritos que Hacia ya veinte años que residia en acompañarían la tumba al último vástago medio de las diversas y desconocidas tri de aquella teoria de caciques que goberbus indigenas que viven en la frontera de naron Talamanca sin interrupción duCosta Rica y Panamh. Los indios me rante doce mil lunas.
consideraban como uno de los suyos, No pueden imaginarse ustedes la enorpues vivia, vestia, comia y hablaba como me concurrencia que allí se reunió, porellos. Naturalmente, mis conocimientos que los indios no reconocen las fronteras en medicina, porque soy médico, me ha de sus conquistadores y del lado de Pabían colocado gran altura entre aque namá llegaron por millares. Algunos vellos salvajes que me consideraban como nían completamente desnudos, pintadas el jefe de sus suquias (médico. De modo las caras, brazos, pechos, estómagos y que no tenían secretos para mí.
piernas con rayas negras, rojas y azules: Han de saber Uds. que esos indios, otros lucían una especie de taparrabos y pesar de que parecen haberse convertido se adornaban el cuello con enormes coal catolicismo, son adoradores del fuego llares de colmillos de lagartos y de sery del sol y conservan la tradición de una pientes: muy pocos usaban una especie magia negra de la peor especie. Con la de camisa sin mangas, de algodón ordinamayor facilidad evocan seres astrales, pro rio, tejido por las indias y se cubrían el ducen fenómenos inexplicables, curan pecho con adornos de silex, de ónice y matan distancia, y la sugestión mental, los menos llevaban pantalón de mezclilla, el hipnotismo, no les son desconocidos. camisa de algodón y sombrero de vicuña.
Es decir, agregó viendo mi sonrisa de in Las mujeres, todas, lucían una manta credulidad, que manejan fuerzas ocultas muy estrecha y apretada ceñida desde la y desconocidas como podría hacer un ni cintura hasta las rodillas por todo traje y ño que jugara con un aparatu eléctrico. llevaban los cabellos trenzados en dos Pues bien; muchas veces había oído yo gruesas y pesadas trenzas que principiael nombre de Pacriquí, que no enunciaban. ban en las sienes y les caían sobre los así, sino silabeando la palabra y bajando la pechos.
voz asi: Pa ri qu Pero como la expe Los dignatarios iban recubiertos de riencia me habia enseñado que nunca de placas, águilas, cruces, ranas y muchos be mostrarse curiosidad cuando se quie otros objetos de oro y llevaban hermosas re saber algo, entre los indios, pesar de y vistosas plumas de aves sobre la cabeza.
que deseaba ansiosamente conocer lo que Aquello era una verdadera torre de Basignificaba, nunca pregunté ninguno bel, pues cada tribu habla un dialecto dide ellos.
ferente aunque tienen un indioma general Acababa de morir el último rey de Ta que les sirve para entenderse los de una lamanca, Antonio, tan conocido en esta tribu con los de las demás.
capital, y con motivo de sus funerales, oi El cuerpo del rey Antonio permanecia nuevamente aquella palabra rara, Pa ri en el rancho mortuorio colgando y envuelqu to en tres hamacas: una de algodón, otra De todas partes de aquel reino encla de cabuya y la última de pelo de cabra de vado en esta republica fueron acudiendo monte, parece le trato valor para enpor nin.
172 10por ella edictis, Do que baña.
Hel Ce. Tam eschar, ca, por erador pues yo chas en podría acomEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.

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