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PÁGINAS ILUSTRADAS 21 Letras americanas S ción griega, habia formado número literario en la fastuosa corte de Luis XIV. y acuerpado sus acervos de métrica y de ritmo con los trovado res que llegaron de la Provenza.
Los poetas de América que han escrito el verso moderno expurgaron su lexico, limaron la voz áspera para domar la frase, y es que el carácter éinico del pueblo indo español, que no ha entendido de legislaciones, le da su savia fuerte, innovadora, la vieja cepa castellana.
La Real Academia Española, hoy por hoy, de.
sempeña en América un puesto enteramente nominal, y es posible que otra nueva Academia, libre de pergaminos y sana de prejuicios, de for ma en sus distintos aspectos a la obra que siga al Diccionario de regimenes, y esa nueva Academia de seguro cursará sus tareas en la ciudad de Méjico o en la cosmopolita Buenos Aires.
LEONARDO MONTALBẢN En San José de Costa Rica E.
OB Enrique Ferrer T Leo en un periódico centroamericano un ar tículo del profesor dou Ricardo Contreras.
Pregunta por nuestro Romancero, por nuestra Jerusalen Conquistada, por Calderón y Lope, nos exije esa línea recta y reclama esa Geometria autorizadora de compás y de escuadra pama extender desde el pupitre de su escuela una credencial académica.
El reputado escritor mejicano no ha tomado en cuenta para nada el tiempo en que le toco América revelar su sentir y pensar en letras de imprenta y cxije, nada menos, al escritor de ahora: que severamente vaya por una larg1 geologia intelectual, discurriendo al principio en castella110 bárbaro, entre la escuela tradicional y la influencia de los bardos italos, para que de ese modo se haga acreedor un puesto junto ai Quevedo y Teresa la santa.
Si no me equivoca la Historia, el idioma es.
pañol fué depurándose, cristalizándose en el fielmente el alma de los siglos, con la rotación que le dieron las liras y el pleito homenaje que le rindieron los reyes.
El idioma y la literatura se hicieron un tiem: po, como sólo se habla visto en Grecia cuando de sus islas salio la música y el canto por el mismo camino que despues debía seguir Ulises.
Yo no sé que escribamos en lenguaje quiche, ni que hayamos publicado libros en pocom. in.
España nos entregó su idioma, formado, discuti.
do, y desde ese punto de vista principal nos economizo barbarie; no tuvimos Gesta ni Palmerin de Oliva; si lo tuvimos fue en el dialecto del sabio Bochica, en la lengua del orador Kinichkakmo o del cronista Nakuk pech.
Las vastas tribus indias que fundaron Tula deben haber tenido su Sakuntala y su Ramayana.
Después del siglo XV nos españolizamos. En los primeros tiempos de la colonia se hizo una mix de roble la imitación clásica y hasta gongorista; sufrimos por largos años la tenaz filoxera de la legión romántica, continuando lo mismo que en España la reacción realista, y si después no tomamos las armas del determinismo que Emilio Zola forjaba en su palacio de Medan, y que no prohijaron lo suficiente en la Peninsula, se debió sin duda que las teoras usadas por su secta no llegaron America sino cuando el calble y el periódico daban los comentarios del fracaso.
España habis sacado su lengua de la civilizaDES RIA con ros, Ha fallecido en Buenos Aires, según leemos en nuestros canjes, el barítono Enrique Ferrer, que tuvo una actuación culminante en la época triunfal de la zarzuela grande. Con su esposa, la señorita Elisa Zamacois, artista notable también, estrenó las principales obras de Chapi, Caballero, Arrieta y Oudrid, dejando recuerdos inolvidables, de sus creaciones en La Tempesial. Los diamantes de la corona y El Juramento.
Como una excepción dentro de la vida del teil.
tro, los esposos Ferrer se retiraron de las tablas, dueños de una cuantiosa fortuna. Vivian cvocan.
do sus recuerdos de arte, cuando les sorprendió la quiebra del banquero que les ndministraba.
Entonces, pobres y viejos einprendieron un viaje a América.
El empresario don Juan Orejón les contrato para el Teatro de la Comedia, donde representaron algunas célebres zarzuelas. Luego se insta laron definitivamente en Buenos Aires como profesores de canto y declamación.
Don Enrique Ferrer ha fallecido una edad avanzada Sus compañeros de la Sociedad de actores llo ricos y dramáticos españoles, de cuya delegación en Buenos Aires era presidente, se reunieron pa.
ra auxiliar a la viuda y costear los gastos del entierro, para gran puSy ios.
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