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PÁGINAS ILUSTRADAS A Victoria CES Para mi hija Victoria.
Por qué los dioses no quisieron que el dia que mi madre me engendró un torbelliuo me arrastrara a la montaña me hubiera precipitado en el abismo de las olas, antes que mis tristes aventuras sucedieran! Ya que así lo ordenaba la di: vina voluntad, descara por lo menos ser la mujer de un guerrero valeroso. Dichosa Andromaca, esposa sin tacha del invencible Héctort Reco nozco por cierto que ella lo merece.
Al informarse Andromaca de frases tan amables, conversando con Héctor le decía: Esa pobre Helena tiene alguna excusa si se reflexiona con despacio: dicen que su marido es un simple.
Sobre Paris ejerceria admirable ascendiente si el tuviera corazón y, además, no se vanagloria de su falta, pues respera siempre lo que es respetable.
Sería pueril por otra parte creer que sea ella la verdadera causa de la guerra; su rapto no fue más que un pretexto para los griegos, que habrian inventado cualquiera otro. Helena tiene razón al hablar de la fatalidad, pues hay mucho de eso en su caso. Ella merecin ser virtuosa.
Hace ya mucho tiempo que te fuiste; que camino al azar, ave perdida, entre las tempestades de la vida con los hijos queridos que me diste.
Parece que fué ayer cuando partiste, tan enconada y fresca está la herida que en tu últinta y doliente despedida en mi angustiado corazón hiciste.
Me ven reir para ocultar mi pena; y nadie sabe lo que estoy sufriendo y mi pobre alma lo que está llorando; y alla en la noche de misterios llena, contigo sueño cuando estoy durmiendo, ti te beso cuando estoy soñando!
JANN LUIS FLORES mente surtiHeredia, de noviembre de 1911.
nento áquiEl color rojo ES asaron los das y ya se aproximaba la fecha designada para que llevaran las troyanas el velo sagrado al templo de Atenea.
Helena fué visitar al rey Priamo, quien sienipre se había distinguido con ella, para decirle. Padre mío, yo quisiera asistir a esa ceremonia.
no por cierto por vanidad, sino para demostrar que estoy de corazón con las mujeres de mi nueva patria, pues quiero que no me consideren como extranjera; por eso le suplico que me acompañe al templo en el momento en que las trayanas lleguen, para que yo pueda reunirme al cor.
tejo. Querida hija, dijo Priamo, ejecntaré tus deseos, pero no temes que las esposas de los troya.
nos y, sobre todo, la orgullosa Andrómaca, te hagan alguna afrental Alla lo veremos, padre mio.
La procesión de mujeres se acercaba ya al pórtico del templo cuando se aproximaron Helena y Priamo. Tímida, con los ojos bajos, se deslizaba ella hacia las últimas filas, cuando al divisarla Andromaca fué a su encuentro con las manos tendidas, diciéndole: es muy fino de su parte que Ud. hava venido, señora.
ALEJANDRO ALVARADO QUIROS primiendo más nueva adas habla omercio.
le parece. ಯಲ El color rojo es el alma de los colores.
El rojo tiene una graduación que se destaca de todas las demás, y que tiene alma propia que vibra y palpita con la nuest a, y es la rosa, que lle va el nombre de la reina de las flores. Esta fue proclamada tal por todos los pueblos y en todos los tiempos, no ya por su perfume divino, sino por su color.
Muchas flores son más olorosas que la rosa, pero ninguna supo jamás simbolizar con tanta fidelidad las tintas voluptuosas y divinas de la carne que vive y palpita. Los pétalos de la rosa de mayo, y los de sus hermanas menores, son mejillas tiernas y satinadas de niños sanos y sonrientes. Son páginas sublimes del libro de la vida, que sólo pudo igualar desde lejos algún gran poeta. Son páginas que la fecunda Natura leza renueva cada primavera con inexhausta le.
cundidad; son páginas delicadas y ardientes, sonrientes y clamorosas, sobre las cuales no se ha posado la pobre pluma del hombre, pero donde han depuesto su potencia creadora los rayos del sol y los crepúsculos del amor, la llamarada del deseo y el incendio de las pasiones. es los El que no piensa en sus deberes sino cuando se los recuerdan no es digno de la menor estimación. PLAUTO.
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