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14 PAGINAS ILUSTRADAS que a veces fingian columnas con capite. un ojo unico, verde, una enorme esmeles y bases desproporcionadas, estrambó ralda, en la frente. La otra cara era de ticas; otras, parecían grupos de animales mujer, de facciones menos pronunciadas, antediluvianos combatiendo enlazados más redondeadas y su ojo, unico también, en formidable acoplamiento, y otras, se permanecia cerrado. Continuard. mejaban altares, árboles, estatuas; pero LEÓN FERNANDEZ GUARDIA todas brillaban con una luz iridescen te, fantástica, reflejando, amortiguada, la luz de los fogones, como el eco refleja.
debilitados, los ruidos y las voces, Ultima Cena Pero, allá, en el lejano fondo, donde casi no llegaba la luz, donde una semi(Vill de mis Sonetos Cristianos)
oscuridad apenas permitía las paredes lanzar débiles chispas, donde parecia En casa de José de Arimatea, vantando por vez última en el seno reinar el misterio y el recogimiento, un de la amistad, estaba el Nazareno rayo de luz verde, caliente, titilante, con los trece escogidos de su idea.
cantante, hirió mis pupilas y envolvió to.
Habia el vagabundo de Judea do mi ser. Atraído, fascinado sali de dado ya vino y pan. Nada sereno mi inmobilidad y avancé lentamente la Juan, reprimia, de congoja lleno, cia aquel misterioso lugar.
ardentisima lágrima febea.
Una vez que hube atravesado una verDijo Jesús. Es uno de vosotros dadera cortina de sombras (no había alli quien me ha de traicionar. Unos a otros hogueras encendidas. llegué, siempre se vieron los discipulos sin tino.
atraido, como aspirado por aquella luz cuando Judas de Keriot, tan diestro de una belleza y suavidad sobrehumanas, en fingir, preguntole: Yo, Maestro al pie de un idolo colosal de piedra.
la lágrima de Juan cayó en el vino.
Ustedes conocen esos monigotes veneA. ESQUIVEL DE LA GUARDIA rables que diario salen de las entrañas de la tierra, de las huacas, donde hoy sólo buscan, los escarbadores, oro. Ustedes han visto esas caras aplastadas, esos ojos Pensamientos muertos, esas narices chatas, esas bocas enormes, mostrando dientes cuadrados, Cumplid vuestro deber aun trueque de desatdesproporcionados gradar a los hombres: su odio os honraria.
La imágen que apareció ante mi vista Dad al César lo que es del César, esto es, a los hombres lo que es debido a los hombres, los era algo diferente. Dos cabezas unidas grandes lo que es debido a los grandes; pero no por un cuello único remataban un tron separéis jamais lo que les debéis de lo que le deco que, a su vez, descansaba sobre unas béis Dios, y acordaos de la bella máxima de piernas cruzadas como lo están las de los San Jerónimo. Los intereses del César son los intereses de Dios; pero los intereses de Dios no idolos chinos, japoneses indúes. Una son siempre los del César. BOURDALOUE, de las caras era masculina, de frente huyente, nariz aguileña, boca grande y Quien se esfuerce en cumplir con su deber en conciencia, está llenando ya el fin para que ha cruel, mostrando en un rictus eterno, sido creado y pone en sí los principios de un caunos dientes que parecían colmillos, con ricter viril. SMILES.
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    León Fernández Guardia
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