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PÁGINAS ILUSTRADAS 17 S eely El grito de Cuzcatlán Poesia recitada por la señorita Angela Acuña, en la velada dels de noviembre de 1911 en el Teatro Nacional EN SAN SALVADOR. Vista en el Parque Dueñas Sin norte ni guia, medrosas, inquietas, cinco ninfas de rara hermosura se buscan en vano por toda la selva.
muy verdes y frescas; y suaviza sus tonos obscuros la blancura de mil madreselvas, que, empapadas de limpio rocio, donde el iris sus luces enreda, titilan y fulgen como broches de niveas estrellas. DES Son formas divinas, ni gasas ni sedas en ondas crugientes envuelven y velari; y cubre sus cuerpos de carnes morenas el manto inconsútil de sacra inocencia que, cual trozo muy tenue de cielo, perdido en la tierra, desnudeces de diosas y de almas con sutil castidad transparenta.
ERIA Su follaje arriba el bosque despliega, como un glauco dosel que se comba con solemne ondular de bandera; y en las horas de intenso bochorno extiende sobre ellas, con el frote de blanda caricia, el temblor de su sombra sedeña.
coneros, para gran гериIs y cios.
Denuncia su estirpe de inocente y gentil montañesa corona que luce su frente serena; no busquéis en el cerco gracioso joyeles ni piedras que ofusquen la vista con el sol de insolente lumbrera: sencilla guirnalda, esa pobre, campestre diadema es de hojas tan sólo, El sol, entretanto, que abrasa y anega en su llama inextinta de joven entrañas juntamente y esferas, y con rayos salaces audaz atraviesa la verde techumbre de la rica y magnífica tienda, y y, en juego gracioso, mil besos que queman por sus carnes marmoreas desliza con premura sensual hambrienta.
ITA Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.

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