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26 PÁGINAS ILUSTRADAS el pensamiento se encamina al cielo; Cuando tiende profunda sobre el orbe La sombra, como trémulo palacio Su triste inmensidad de terciopelo: Cuando, oh natura, tu suspiro exhalas los ámbitos cruzan del espacio Misteriosos enjambres De almas errantes de impalpables alas; La calma pensativa, inmensa lucha.
Del genio soberano, Con que el gran Valle en el silencio escucha Misterioso y profundo Inclinado si las simas de la ciencia, Cuál forja el porvenir, la Providencia, Para este corazón del Nuevo Mundo; ce Señor don Justo Facio, autor de la poesía El Grito de Cuzcatlán La fuerza poderosa con que escruta El espiritu inmenso de Delgado Del corazón la misteriosa ruta, Cuando extiende la diestra Sobre el pueblo a sus pies arrodillado Que espera sus palabras para erguirse lanzarse al fragor de la palestra; Que han tejido de triunfos nuestra historia; Obra providencial, santo legado, Ohl no eran para un pueblo esclavizado Sobre cuya cabeza Su huella sepulcral dejará un dia Estampada con sangre El pie de la cobarde tirania.
La espada, luminosa cual la idea Con que Francisco Morazán, sondea Donde su rayo el patriotismo fragua, Para escalar las escarpadas cumbres En que el laurel florece de la gloria llevar por la mano a la victoria El furor de las bravas nuchedumbres; Las épicas y ardientes aventuras, Con que un dia el coloso, Gloria del Salvador, hijo de Honduras, Padre de Centro América glorioso, Ensordeció los ámbitos del Istmo, Surgiendo, como un león con la bandera Del derecho, trasunto de Mavorte, Con sus huestes ardientes y bravias, Luminosa cohorte, Detrás de esas azules serranias En que flotan la nieblas, hacia el Norte; El que sembro llanuras y montañas Con victorias y hazañas, Dando asunto a las rústicas familias Para animar de noche sus vigilias Con el nombre del héroe en las cabañas; Oh, centroamericanos, Despertad ya de la tremenda calmal en vez del negro y gélido vacio Que lleváis en el pecho, Poned en él un corazón y un alma Formados por la audacia y el derecho.
Oh centroamericanos!
No acabará la esclavitud si pronto No os tomáis de las manos Ni avanzáis en unión estrecha y fuerte, Poniendo un solo pecho como hermanos: ver si hiere a un pueblo de esa suerte El destino que forja los tiranos si ellos en la empresa hallan la muerte.
Si, un pueblo yace en el tremendo sueño Del baldón y el olvido En que se hunden lo oscuro y lo pequeño, Cuando el ánimo pobre y abatido Vive esperando con vigor escaso, Que le trace un camino El ademán de loco del destino la brújula imbécil del acaso.
Toda esa fulgurante llamarada Que cual gloriosa bruma Esta flotando, oh Patria, en tu memoria; Los héroes de los triunfos de la espada, Los héroes de los triunfos de la pluma, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica

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