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PÁGINAS ILUSTRADAS 43 las en los por aquel s, con el to enjam le era un unos ojos orbido el e contaba conocer, pido hasta e que el en de los no podia y de que Avenida iel Genepermitia competir ventajosamente con tan enco fuerte como pocos, logró salir airoso de aquel petados rivales.
lance, lo que le valió al General la ventaja de El asedio hecho a la chica no pasaba de guiños poder seguir su aventura sin que nadie lo impor.
de ojos y papelitos entregados furtivamente, tunara, pues los del tribunal se convencieron de para lo que tenían que sudar tinta en espera de que con don Manuel José no había rana que un descuido de la voluminosa mama, que mon. diera dos brincos!
taba guardia eterna al lado de la tan codiciada De las dulces palabras y los charpazos del buena moza.
General con los de ronda, hay que pasar conDon Manuel José, valiéndose yo no sé de qué tar lo ocurrido entre los enamorados; pero ya artes, logró llegar con sus mieles por los oídos este punto reviste mal carácter, de la ansiada prenda y le soplaron buenos vien Muy dueños son mis paisanos de tomarse el tos, pues sus palabras resonaron gratamente en irabajo de averiguar cómo acabó el idilio de los oídos de la hermosa. la verdad, el hijo del General y la chica apuella que yo Alcalde, al emprender tan peligrosa aventura, la no he de decirlo por nada de este mundo, pues iba corriendo en pelo, como se dice vulgarmente, hay ciertas crónicas que conviene más dejar sobre pues Don. tente lengua, el padre de la bella, ellas el polvo de tantisimos años, no sea que con la charpa en la mano era más respetable que resulte algún pariente haciéndome pagar los vi.
el escuadrón de Voluntarios. Con todo, don Madrios rotos.
nuel José Arce no era hombre que tomara en buen seguro que diri el lector que esta his!
cuenta su vida con tal de salirse con la suya; y torieta no tiene nada que ver con la vida pública asi, viendo que debía dirigir sus fuegos más de del General; pero vaya si tienel, como que de cerca, dió principio a las citas nocturnas, y aquí esas venialidades resultó que Arce hizo crecer viene lo grave del asunto, que estribaba en que sus prestigios en aquel barrio, en donde conquislos del barrio de Candelaria, para evitar las irrup to proselitos de tanto fuste como aquel Cleto ciones de los del centro por aquellos sitios, ha Zclada de que nos ha hablado don Francisco bian organizado una ronda nocturna que deno Gavidia.
minaban El Tribunal del Cuero, y lay del señorito Para que no se diga que dejo trunca la historia, que caia en sus garras. pues sufria su vapuleo ya que por respeto a mi progenitor no cuento la que no era para referido y mucho menos para aventura con todos sus pelos y señales, es bueno soportado, pues después de sufrido se hacia que se sepa que ésta fue muy comentada, y que forzoso que al tenorio le llevaran el Santo Via. no pocas rechiflas tuvieron que sufrir por ella tico.
don José Abascal, el interventor don Pedro Ave.
Dicho se está que el General no tomó en llaneda, Fornier y don Miguel Ing. Vicuña, que cuenta todo lo anterior, y con animo resuelto iba vieron con la mayor tristeza que la pollita cayó todas las noches donde la hermosa atizar con bajo la dirección espiritual del Fray Juan sus palabras el fuego de aquel idilio. fuer de Baldizón, que en eso de aterrorizar al penitente prudente, evitó varias veces, amparado por las con las penas del fuego eterno, era de tal modo tinieblas, el encuentro con los del tribunal de elocuente, que al hacerlo, dicen que casi echaba marras; pero una noche de tantas viose de pron. Hamas por la boca.
to descubierto por éstos y allí fué Troya, que en ellas caiga yo, si hay algo falso en la Algunos de los de aquella ronda, se abstuvieron presente candorosa historia que ocurrió en mi de la gresca por simpatía don Manuel José tierra hace ciento dos años.
Arce; pero Otros, los más animosos, cargaron sobre él; mas como quiera que el Chalo se sabia PEDRO ARCE RUBIO al dedillo a Carranza y Pacheco, y era sigil y (Del Boletin del Centenario, San Salvador. seguir sunto. La isa de la tras ella odos los anto entre. levantamiración al grado, no con el caso la Parro to en la que los disposi garon en dico Muandad y Abascal, entonces, araba en or ella mio For Orizaba, ondición 2, no le Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.

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