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PÁGINAS ILUSTRADAS 17 El Conejito (Cuento de Navidad)
Para Páginas Ilustradas, Según carta que recibi del cielo, que es cielo puro y esplendoroso la fantasía y el corazón de los niños, me dirigí la fría y brumosa tarde del 23 de diciembre la Libreria de doña María de Lines, cumplimentar los encargos, muy mo.
destos por cierto: un juego de muebles diminutos para sala, un id. de comedor y una cocina con sus utensilios anexos; en fin, todo el ajuar de una casa de muñecas, lo cual rezaba la carta colectiva de dos de mis últimas chiquitinas que fué al cielo y vino mi.
Aun los más excépticos de los hombres que tenemos la felicidad de ser padres, damos pábulo esta práctica cristiana y eminentemente espiritual y conmovedora a la cual seguramente el atavismo y las reminiscencias del bendito hogar que nos vio nacer, prestan vida real y como que reviven momentáneamente aquella fe pura y santa que se lué para no volver.
Cómo se agrupan en este dia memorable para los hogares cristianos, todos los recuerdos de familia, los de nuestros buenos amigos, y cómo es esta la noche en que se hace derroche de afectos puros aun para los que nos han dejado tempo.
ralmente o para los que nos han dado su eterna despedidal ¡Con qué grata fruición recordamos la cena de la familia que presidieron nuestros padres para luego ir todos a la iglesia del lugar natal em belesarnos con los villancicos que en el coro y en todo el templo se cantaban al son del organo y en medio de una algarabia de pitos y panderos que misticamente tania la gente menuda, y ense.
guida ir besar al Niño Dios del portal de la igle sia, apenas pasaba la misa del gallo! que dormir el de esa noche, arrullados por tan dulces impresiones y por esperanzas más dulces aún!
Creemun pes que no solamente la sociedad, sino que la escuela los mismos gobiernos debieran fomentar esas tiestas de navidad para los niños todos de un lugar, pues ellas son incentivo de tantas cosas buenas; fiestas que estimulan al bien y la fraternidad.
Pero volvamos a nuestro cuento. Al entrar la Librería. quc su inteligente propietaria convierte durante la última década de diciembre en jugueteria, pues alli van ricos y pobres proveerse del regalo para sus hijos. vi pegado a la vitrina que da frente la casa de Knöhr, un pobre niño descalzo mal trajeado no mayor de siete años que conversaba con un conejito artisticamente modelado, el cual tenía su hociquillo pegado al vidrio y simulaba estar en coloquios con el rapaz, quien le decía casi besándolo. Conejito lindo, tú serás mio. Yo te llevaré casa y dormirás conmigo bien abrigadito y te daré zacate fresco, tortilla y frijoles. Verdad que sí? Alli estarás muy contento y no junto ese león á ese tigre que te comerán si sigues ence.
rrado junto con ellos. Yo voy juntar cincos para llevarte casa. Qué contenta se va poner la Chita cuando se lo preste para que duerma con ella un ratico! No es verdad que te irás conmigo? el conejillo inmóvil, parecia que miraba y atendía al niño. Antes que hacer mi factura pedi un dependiente el codiciado animalito y un bebé de celuloide para la Chita, que supuse seria la hermanita menor de aquel niño bueno, pero desamparado de la fortuna, como hay muchos, y en condiciones más o menos apremiantes según su escala social y sus aspiraciones. La del pobre niño en esos momentos era accesible a mis esfuerzos, y no dude en acercársela. Cuando salía la calle va iba con los bracitos cruzados, cabizbajo, y quiza con una tempestad de descos y contrariedades en su interior. Lo llamé y trate de poner en sus manos el conejito y el bebé y le dije. Para ti y para Chita.
Me miró al principio con desconfianza. Reia azorado, y en su estupefacción, no se atrevia recibir mi obsequio, que al fin puse en sus manos.
Apretó los juguetes contra su pecho y partió de carrera como un loco. NORIEGA Diciembre 25 de 1911.
alvo ido ica 100 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica