Guardar

PÁGINAS ILUSTRADAS o o.
LA PURÍSIMA Para Pagina Harinada es Empezó a desnudarse suavemente y con cierto pudor. La noche estaba obscura y silenciosa; parecía una enorme amenaza.
Cocuyos y luciérnagas de vez en vez pasaban quemando el manto de la gran tiniebla con sus llamitas claras.
Dos únicos luceros en el cielo como dos ojos de mujer, brillaban.
La ninfa vió los fúlgidos luceros cuando se desnudaba y un rubor recorrió ligeramente las curvas duras de sus carnes albas.
Pensó que las estrellas casi juntas eran ojos curiosos que miraban, y se sentó como esperar que aquellos dos ojos se cerraran, en la orilla parlera del remanso, sobre el rojo montón de sus enaguas.
Se iudad aplea nera.
Poco a poco la luna fue asomándose en la alta distancia como una luminosa, extravagante y grotesca carátula, y sus luces de estaño le horadaron la ninfa la espalda, y besaron su busto semejante un ramillete de gardenias blancas; y ella pudo cubrirse su vergüenza con los pliegues marmoreos de la sábana, esa noche no se bañó la hermosa; se alejó avergonzada, y al dormirst soñó que aquella luna se reia de su belleza casta.
món pacho GUSTAVO FUENMAYOR En Maracaibo. 1911.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica