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18 PAGINAS ILUSTRADAS Los primeros ensayos de Edmond Rostand Un viejo amigo de casi siempre era el priRostand, Jean Payod, mero. Dotado de una escribe lo siguiente, que memoria admirable, basno deja de tener grande tibale leer atentamente, interés: la víspera del día de la Tendriamos más composición, uno que menos catorce quince otro párrafo sobre los años, y estudiábamos en puntos en que debíamos Marsella bajo la direcser interrogados; asi lleción de Guérillot, gaba fresco y listo, y personaje alto y flaco, ganaba sin trabajo el de figura donguijotesca, primero o uno de los barba y cabellos rojizos, primeros puestos. Este y profesor bastante pasistema le salia maraternal, pues es sabido villa sobre todo en his que las gentes de su cotoria, en geografia y en lor son siempre muy disertación francesa. En buenas muy malas. Edmond Rostand, autor de Cyrano esta ultima si que era sin término medio. Yo habia hecho uno de verdad invencible! Señor, le decía uno los cursos del Liceo sexto, quinto, Guerillor con su quejosa voz, Ud. da un cuarto, y por último tercero, en el que ejemplo desastroso; deberiamos expulsarlo tenia un condiscipulo que fué y ha sido de aqui. Sin embargo, su composición siempre mi grande amigo: Edmond Ros está tan buena, que no puedo menos de tand. Singular era desde entonces su predarle el primer puesto.
disposición a la originalidad, lo que hacia seducido por el amor de las bellas al mismo tiempo nuestra dicha y la deses letras, que borraba en él los resentimienperación de los profesores. El autor de tos del maestro, el bueno de Guerillot, Cyrano retozaba por debajo de los bancos, con ojos relampagueantes y un gesto goleia novelas durante la clase de dibujo, loso en los labios, agregaba. Oid. Voy en el gran salón bañado por una luz go leeros la composición de Rostand.
zosa; mientras traduciamos del griego, el Esta era casi siempre exquisita: un estipintaba figuras fantásticas en el margen lo facil. graciosa y ligeros tipos y escenas del texto; construia templos egipcios con muy bien pintados; una coordinación hatodos sus libros, mientras sobre el tablero bil, donde nada faltaba, ni el arte, ni la el profesor de matemáticas trazaba sus logica, ni la espiritualidad, una grande lineas geométricas. Por lo demás, nunca espiritualidad que lo realzaba todo, sabia una lección; se entretenia en cazar. Espiritualidad, ingenio, diróis. Hum!
moscas, pactaba con todos los monitores; Eso no se tiene los quince años Pues dormia en los calores del verano, y char bien, no. Era todavia algo mejor, hasta Taba a todas horas.
tal punto que ni en esta clase, ni en las Pero, eso sí, no proclamasen los pues que le seguian, ninguno de los condiscitos de composición, porque siempre pulos podia competir con él.
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