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PAGINAS ILUSTRADAS 19 Alma de leyenda I, contando un barco de Slo me falta City of Pandcreto que es mi país, pero a ustedes de e hablar de wiaje Espade una vez, en el puerto un sólo dia ONTALBAN Pegaso.
es so.
macabras. Sobre el monte, en santuarios de olorosa maleza, encantada de sol el alma cristalina, San Francisco de Asís desposó la Pobreza bajo el rayo amoroso de la Idea Divina.
Sonreía en las cosas la gracia matutina: la fiesta de las aves hacia sonoro el cielo; el torrente en las peñas elevaba su canto, y esparciendo las brumas su sonrosado velo, cubrían como un alba la desnudez del Santo.
Era su cuerpo vaso de gracia, y parecía el escuálido tailo que un leve viento arranca, porque temblaba todo de amorosa agonía, porque al domar sus impetus, cuando el Deseo ardia, brotaban flores rojas sobre la carne blanca!
Fué el siervo del Señor como dócil cordero en olorosos prados de caridad florida.
Con el albor de su alma dió aromas al sendero y coronó de nardos el Valle de la Vida.
Sus ojos, suaves como los ojos de los niños, ponian en las cosas una onda de luz.
Tan dulces eran y húmedos de paz y de cariños como los mismos ojos de Jesús cuando Jesús besaba los ojos de los niños.
Cuéntase que Francisco, loco de amor divino, abrazaba llorando los árboles hermanos; sonriendo ablandaba las peñas del camino y tendía los tristes la sombra de sus manos!
Cuando el Señor un día lo reclamó su seno canta la tierna fabla de San Buenaventura desnudo estaba el Santo; y se dobló sereno, sin lecho ni descanso, sobre la tierra dura. asi, desnudo sobre la tierra dolorosa, la llaga que en la flor de su pecho se abría semejaba la fresca sonrisa de una rosa sobre la carne blanca como una eucaristía. eza.
serte, on on ento queridas Llanto TOMÁS MÁRQUEZ PO RIVERA Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica

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